Una sesión de dibujo y pintura mural en vivo fue el arranque de “Re_creo”, un festival de arte contemporáneo y participativo que toma por asalto Casa Naranja (La Tablada 451) con propuestas gratuitas para chicos y no tan chicos.
La idea de este festival de invierno, que se extenderá hasta el 1° de septiembre, es invitar a las familias a vivir experiencias de creación, entretenimiento y participación en procesos artísticos en combinación con juegos. Un bonus track de algunas propuestas es que los participantes podrán llevarse las obras que creen durante los talleres.
De miércoles a sábados se llevarán a cabo los "Recorridos Jugados", concebidos como visitas guiadas especiales (de la mano de facilitadores) por la muestra que se exhibe actualmente en el edificio corporativo de Tarjeta Naranja. A cada hora "en punto", desde las 15 hasta las 19, los recorridos partirán desde el hall con la idea de ir descubrir cada obra a través de consignas y actividades lúdicas.
Juan Juares, responsable del proyecto Mini contemporáneo, diseñó la muestra de nueve artistas y se sumó a “Re_creo” con un pack de actividades. Este viernes, desde las 17, se programó una actividad con sellos a cargo de Julieta Ramirez Cosulich. Quienes deseen participar podrán llevar remeras para estampar.
La propuesta de Mini Contemporáneo le pondrá cierre al festival el 1° de septiembre a las 17, con una acción colectiva de dibujo mural sobre pizarra.
Los sábados, estudios de arte de Córdoba y Buenos Aires compartirán diferentes talleres creativos para chicos de entre 5 y 14 años. Los encuentros estarán dedicados a las siguientes actividades de creación:
Papercraft: armado de "criaturas" a partir de distintas piezas sencillas de papel, previamente cortadas y troqueladas. Al término del taller, cada participante se lleva su creación.
Taller creativo de lápiz 3D: consiste en aprender a usar el lápiz de filamento y crear formas tridimensionales usando plantillas. También aquí los participantes pueden llevarse lo que crearon.
Robots artistas: Un recorrido por la historia de la robótica y el imaginario robótico para experimentar el proceso de creación de un robot con algunos elementos de descarte. Cada niño/familia construye su pequeño robot “dibujante”, el cual tiene marcadores como patas, para ir trazando un dibujo con su movimiento. Para finalizar, los robots son agrupados en comunidad. La colonia de robots se pone en acción y comienza a dibujar para realizar entre todos una obra de arte colectiva.
Juguetes Luminosos: Taller para experimentar el proceso de creación de un juguete electrónico. Pone énfasis en la imaginación y en la producción como parte creativa y educativa. Se trabaja con componentes electrónicos de baja complejidad y la reutilización de objetos cotidianos.
Para participar en los talleres se requiere inscripción previa a través de la web (www.naranja.com).
Los visitantes también podrán interactuar con un espacio de Playlist, en el que se podrá elegir la música de sala entre una selección de indie local curada por el sello Geiser.
“Re_creo” incluirá asimismo dos propuestas de peso en relación a la música. El ya clásico ciclo “Acústicos en casa: Gamba Sessions” incluirá un show en formato acústico de Las Pastillas del Abuelo (jueves 26 de julio a las 18) y la doble presentación de Valdes y Rayos Láser (el 23 de agosto).
A caballo de la infancia
“Caballitos” es otra propuesta para toda la familia, que aprovecha el receso invernal con un guiño a la infancia. La muestra se exhibe en la Sala Farina de la Universidad Provincial de Córdoba (Av. Pablo Ricchieri 1955).
Los caballitos de madera, objetos entrañables de la era pre digital pero todavía presentes en los juegos infantiles (y en las anhelantes miradas hacia el pasado de los adultos), son los protagonistas de esta exposición, que completa la serie abierta en 2016 con la muestra de juguetes producidos por artistas “Momento Lúdico” y que siguió en 2017 con “Una vida con muñecos”.
“Caballitos” reúne piezas provenientes del restaurante y hotel San Leonardo, y de las colecciones de Salvador Caro, Leticia De Bortoli y Sergio Chius, junto a esculturas del artista Miguel Ángel Rodríguez.
“Con la compañía del sociólogo Carlos Lista desde el texto, pensamos en convocar a diferentes coleccionistas y anticuaristas que tuvieran caballitos –cuenta Verónica Molas, integrante del equipo curatorial de la Sala Farina–. Así apareció San Leonardo, un restaurante que funciona en Agua de Oro, en un lugar que diseño Augusto Ferrari. Sus dueños nos cedieron en préstamo varias piezas increíbles muy antiguas. Hay un caballito triciclo del 1900, por ejemplo, y otros de similar antigüedad: un sulki ciclo, caballito mecedor, un caballito de palo, de calesita. De esta colección rescato el valor estético de las piezas”.
“Después de esta zona de piezas de colección –añade Molas–, viene lo que consideramos una apuesta mayor de este año: que una parte de la muestra sea a la vez un lugar que los visitantes completen y definan con sus propias acciones pictóricas. Para ello dispusimos 50 caballitos blancoso, esculturas pequeñas que cuelgan del techo listas para pintar. Desde el 4 de julio, decenas de personas han dejado allí sus huellas, así como en el piso blanco de vinilo y muros de esa zona de la sala que se fue llenando de dibujos, frases, grafitis en los que cada uno deja su marca y su versión propia, su imagen de un caballo”.
En el texto que acompaña la muestra, el sociólogo Carlos Lista traza una completa historia de los caballitos. “En la iconografía de los juguetes infantiles, el caballito de madera es uno de los más representados. Lo encontramos en la edad media europea, como un artefacto lúdico muy popular, que consistía en una cabeza de caballo tallada, en la mayoría de los casos pintada, que remataba un palo. Solía acompañarse de una larga vara con un molinillo en su extremo, simulando una lanza”, señala.
Y añade: “Por sus múltiples significados y el atractivo de su figura y atributos –la nobleza, la fuerza, el movimiento, la libertad–, el caballo ejerce una intensa fascinación y su representación en juguetes, una atracción no menor. No resulta extraño, entonces, que haya despertado la pasión de los coleccionistas”.
“Se mira, se toca, se interviene” es la consigna de la sala con los 50 caballitos dispuestos para que el público los intervenga con tizas, telas y papel. La idea es ver arte, encontrarse con objetos del pasado, pero también abrir chances al juego.
En Casa Naranja comenzó el festival de invierno "Re_creo", que incluye una muestra, actividades y talleres para chicos y grandes. Además, la Sala Farina exhibe la muestra "Caballitos", un viaje por colecciones de piezas de madera y una propuesta de intervención de parte del público.