Trabajar con los restos de la inundación del verano que arrasó a varias ciudades de las Sierras Chicas fue la consigna del Tercer Encuentro de Escultores que organiza el Museo a Cielo Abierto Mendiolaza. La reunión finaliza este sábado a las 19.30 con un recorrido por la plaza ubicada frente a la Municipalidad (ruta E57), donde un grupo de artistas trabaja desde el pasado sábado. Posteriormente, en la flamante sede del museo (Muca, avenida San José de Calazans 1225, local 6) será inaugurada la muestra del encuentro.
La idea de trabajar reciclando “en diálogo con el río”, poniendo al arte en un lugar esperanzador, tuvo una primera instancia comunitaria, coronada con las esculturas que se emplazarán en distintos espacios de Mendiolaza.
“Saqué chapa y mucha chatarra chica, cosas que había arrastrado el río”, cuenta Elia Bisaro, vestida con mameluco naranja. El binomio destrucción-construcción fue su punto de partida, “siguiendo la idea del trabajo conjunto”. Por eso tituló a su obra Juntos. Ante la percepción de que “la gente quiere olvidar”, Elia simbolizó la pérdida en una ola arrasadora de objetos de toda clase, y la puso en contraste con una esfera pulida al extremo.
Mucho de lo recuperado por los artistas viene de una cortadora de metal que la creciente se llevó entera. Hay transformadores de luz, y un residual difícil de identificar.
Un ave de Nes Budano nace de la chatarra, y una cabeza de caballo construida por Diego Gutiérrez, Con el agua al cuello, se prepara para ser colocada como si estuviera flotando.
Guillermo Losano también se inspiró en un caballo. Hacía mucho que quería realizar uno para Mendiolaza, cuenta el artista, “porque son parte de la historia de la ciudad las carreras de caballo y sus clubes hípicos”. Para el escultor, el caballo es un animal noble: “En la inundación fue más confiable que la mejor camioneta”.
Losano empezó la tarea de ensamblar a partir de un tanque de nafta, lo que determinó el gran tamaño del caballo. Después, dice, empezó “a meter fierritos”.
A la catástrofe, Roxana Serra le puso “un rayito de esperanza” en una escultura tallada en un tronco de un plátano que representa un barco de papel. Ana Gollan pensó en la figura de una hormiga; y la dupla Ana Lía Schneider-Ezequiel Sarzotti construyó “el famoso carajo de un barco antiguo”. En ese espacio de penitencia, pero también de vigilancia, incluyen a un personaje con un catalejo que mira hacia el río, “como si fuese el vigía, el cuidador”, completa Ana Lía. A ese lugar del carajo se llegará subiendo una escalera que irá incorporada a un árbol.
María Medina, en otro sentido, se anima a ponerle rostro al miedo. Su talla sobre un tronco de plátano es una imagen dramática, la de un rostro asustado. “El espanto de la inundación tan violenta hizo que la gente tenga mucho miedo”, afirma sobre su obra Inunda pero no quiebra. “Vengo de Hernando, un pueblo que también se inunda”, cuenta. En su obra, la oleada levanta el retrato: “¡Cómo se levantó la gente aquí!”, se asombra María.
Encuentro. Las obras del encuentro organizado por el Museo a Cielo Abierto Mendiolaza se ejecutaron en el sector del Centro Cívico sobre ambas manos de la avenida Calazans, y frente a la Municipalidad de Mendiolaza sobre la ruta E57, desde el sábado pasado. Los escultores participantes (por convocatoria) son: Álvaro Sosa, Elia Bisaro, Julio Roldán, Diego Gutiérrez, Nes Budano, Guillermo Losano, Ana Gollan, Analía Schneider, Ezequiel Sarzotti, Roxana Serra, Roberto Ortiz y María Medina.
Museo a Cielo Abierto Mendiolaza. La sede del Muca está en avenida San José de Calazans 1225 local 6). El museo fue creado por ordenanza 605/2013, sancionada por el Honorable Concejo Deliberante Municipal. Es de conducción mixta y descentralizada; depende de la Secretaría de Gobierno Municipal, y su gestión está a cargo del grupo “Mendiolaza en el Arte”.
Este sábado termina el Tercer Encuentro de Escultura organizado por el Museo a Cielo Abierto Mendiolaza. Los artistas trabajaron a partir de materiales que arrastró la creciente en el verano.