José Landoni está de regreso. Hace seis meses vino desde Nueva York, donde reside desde 2001, a trabajar en un taller de Montecristo (muy cerca de la ciudad de Córdoba) una obra inédita, pensada exclusivamente para el Museo Caraffa: el espacio que una década atrás recibió su monumental escultura, llamativamente hecha de mínimas partes, hoy revela otra búsqueda.
Landoni exhibirá una obra que mantiene el elemento predominante de su trabajo, la madera, pero que en otros sentidos se contrapone a su producción más conocida. No sólo regresa para ponerse a trabajar en Córdoba, también vuelve a la talla, en oposición a su modo deconstructivo de componer cada pieza.
Apertura. La muestra abre el jueves 12 a las 20 en el Museo Caraffa (Poeta Lugones 411). El escultor cordobés José Landoni presenta 50 obras inéditas, en las salas 2 y 3, en las que su regreso a la talla exhibe nuevas posibilidades con la madera. La muestra forma parte de la primera inauguración del año del museo. Entrada gratuita.
Recientemente, una obra suya se había vio en la muestra de apertura del Museo Palacio Dionisi, “24 escultores cordobeses”, en 2013.
El artista cordobés sostiene que lo nuevo es un paréntesis entre lo anterior y lo que vendrá. Y que quizá, eso que vendrá esté más cerca del pasado que del presente. Él no lo sabe. El autor de una obra imponente y de gran austeridad mostrará en “Paradiso”, la muestra de 50 obras que presenta a partir de este jueves en el Caraffa, los resultados de lo que estuvo investigando y trabajando silenciosamente en su provincia natal. Aquí mudó por completo su estudio y las herramientas necesarias.
“Son pretextos”, afirma Landoni sobre estas indagaciones que marcan desde el vamos algunas nuevas referencias: en las piezas de mayor porte, que exhibirá de a una por pared, el material revela su carnadura, su esencia y riqueza. No oculta el origen de la materia, y menos aún lo estetiza al extremo, como lo hacía antes. Asombra la rusticidad de estas nuevas esculturas, y también la simplicidad cada vez más extrema de las formas, que lentamente dejan notar un sutil diseño (la huella indeleble de su hacer), como los movimientos y torsiones de las primeras obras que verá el visitante al pisar la sala 2 del museo.
Landoni recibió a VOSen pleno montaje y compartió el detrás de escena de su enorme exposición. Otras piezas que se verán en la sala 2 (que baña la luz natural) muestran su afinidad con los diseños orientales inspirados en objetos cotidianos, como una cuchilla, o la inspiración venida del mar, en una tabla de surf. La primera parte es una muestra, sostiene el artista, y la segunda parte “es otra muestra”.
Las obras no tienen nombre, y si tuvo que ponérselos por necesidad, eligió letras de canciones, porque nombrar las obras no lo convence. Aclarado este punto, no hubo preguntas al respecto. José prefiere contar mostrando la obra para dónde va su búsqueda. Por ejemplo, en una pausa en el bar, señala el diseño de una caja de vinos que le llama la atención, rescatando la eficiencia del diseño. Ya escaleras arriba, en la sala 3, Landoni señala su idea de montaje: “Aquí las obras formarán un friso, dispuesto a la altura de los ojos”. Las piezas, aunque se trata de esculturas, son bidimensionales y van sobre la pared formando ese friso en un continuo circular, como una coreografía de formas que abren espacios vacíos.
Curiosamente, todo lo que saca de la geometría, y a pesar del clima de abstracción reinante, el artista lo convierte en formas cálidas, de gran elegancia, pleno de ondulaciones. En las obras del friso, la talla es minuciosa y perfecta, pero el artista otra vez ha dejado el material al descubierto. Landoni recortó formas (figuras y fondos o formas libres) sobre planchas de madera laminada (“fenólico le dicen”, aclara), y por momentos, en una abertura “aparece una perspectiva”, o el perímetro de un cubo dibujada (“algunos son dibujos”, señala en un momento, al mostrar cómo dibuja tallando).
En cierto modo, también aquí respira su veta constructiva, pero cambia la manera y las posibilidades se abren al infinito.
Retratos y colección
Son tres las nuevas exposiciones que abren en el Museo Caraffa, que mantiene en exhibición las dos muestras relacionadas a su centenario celebrado en diciembre pasado: “Intervalos”, con obras de su colección y “Notas desplegables”, una línea histórica con los hitos más destacados de los 100 años de vida del museo.
En las salas 5, 6 y 7 inaugurará la muestra “Adquisiciones”, y en las salas del último piso, Majo Arrigoni exhibirá Retrato de artista.
“Adquisiciones” es una selección de 16 obras pertenecientes a la colección del Caraffa, que fueron adquiridas por medio de donaciones de artistas, por la compra y donaciones al Gobierno provincial y por programas de adquisiciones de la Nación. Las incorporaciones se concretaron entre 2011 y 2014, y hay obras de Pat Andrea, Edgardo Madanes y Estanislao Florido.
Retrato de Artista reúne las fotografías de un proyecto documental que la artista realiza desde 2013, retratando a artistas de distintas disciplinas y generaciones que están en actividad. Artistas visuales, directores de teatro, de cine, actores y escritores son abordados en sus contextos de trabajo. Son imágenes que dan cuenta de la escena artística actual en Córdoba, a la vez que enriquecen un archivo de valor histórico. Arrigoni exhibió parte de su proyecto en el Cabildo. También se publicó durante 20 domingos (de julio a noviembre de 2013) en la contratapa del suplemento VOS.
José Landoni vino de Nueva York a Córdoba para trabajar en su obra inédita, reunida en la muestra “Paradiso”, que abre al público este jueves en el Museo Caraffa. También inauguran la exposición "Adquisiciones" y el proyecto fotográfico Retrato de artista de Majo Arrigoni.