En la vereda del edificio de Obispo Oro 450, donde un portero encontró la que podría ser la cabeza de la escultura de Ana Frank que fue vandalizada en 2013 en la Plaza España, el subsecretario de Cultura de la Ciudad de Córdoba, Federico Racca, sostiene que nada es casual.
Adelanta que este martes a la tarde se realizará una reunión especial en el Palacio Municipal en la que participarán el intendente Martín Llaryora, Federico Racca, otros funcionarios del área y las comunidades judías de Córdoba para recibir esta pieza, que podría ser la cabeza de la escultura.
Luego, se entregará a las autoridades competentes y a la Fiscalía para hacer los peritajes correspondientes que permitan confirmar si es efectivamente parte de la escultura señalada.
"Esta mañana nos avisó la Policía a través de su área especializada en recuperación de bienes patrimoniales", dice Racca. "Me parece que es muy fuerte desde lo simbólico. Estaba en la vereda, justo el Día de la Mujer y cuando sabemos lo que está pasando. Enseguida hablé con el presidente de la Daia, por respeto a la comunidad judía".
La pieza quedó a cargo de la fiscalía actuante y el subsecretario pidió la custodia, para que quede en el área de patrimonio en el Cabildo Histórico.
Cuidando las palabras, Racca dice: "La situación es doblemente simbólica. Es del orden del horror. Fue dejada ahí".
Con respecto a la política del gobierno anterior en materia de patrimonio señala: "Está claro que hubo una política muy clara de abandono del patrimonio de los cordobeses. Cerraron el Taller de Restauración del Museo Genaro Pérez, que nosotros hemos reabierto. También puedo nombrar el cierre de la Sala de lectura 'Malicha Leguizamón', que ya está lista, funcionando virtualmente, y que vamos a reabrir. El intendente estuvo hoy en Plaza España, lugar que es el ícono del abandono y la destrucción. Inauguraron un supuesto museo de arte contemporáneo, que no era tal, y que la nueva gestión está tratando de poner en valor".
Al repasar lo sucedido el funcionario es categórico: "Uno no cree en el azar en estas cosas. En un día de profundo dolor por los femicidios en Córdoba y Argentina aparece la cabeza de una mujer, una figura que simboliza la Shoá (Holocausto), la lucha por un mundo mejor, por la igualdad, la memoria y los Derechos Humanos. Los cordobeses tenemos que apoyarnos. Somos una ciudadanía democrática, que ha pasado por momentos tremendos, y seguimos peleando por el derecho del otro. Somos todos distintos. Ya nos pasó cuando atacaron la bandera de la diversidad".
Con respecto al destino de la pieza escultórica hallada, el gobierno municipal ha decidido, primero, enviar el objeto a los peritajes para confirmar su origen. Y, en segundo lugar, en el caso de que sea realmente la cabeza perdida de la estatua, se verá luego con las comunidades implicadas qué espacio se le da.
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