Martín Marro es el único artista cordobés que llegó al Premio Itaú de Artes Visuales 2013-2014. La muestra del concurso nacional se exhibe en el museo Caraffa (Poeta Lugones 411), y tuvo entre los 19 integrantes del jurado de selección a dos artistas y curadores cordobeses: Lucas Di Pascuale y José Pizarro.
Búnker, la obra de Martín Marro (1975, Córdoba), es una de las 43 entre las más de 1.700 inscriptas en todo el país que pasaron a la última instancia del premio que buscó dar “valor a las ideas”. Búnker se compone de tres piezas que, a través de fotografías y dibujos 3D, reconstruyen la memoria de lo que fue la casa del artista, y transforma un tanque de gasoil en un búnker habitable. El artista propone allí una “arqueología del futuro”.
En sus comienzos, uno de los primeros “mimos” que recibió fue ser aceptado en el ciclo “La línea piensa” (el proyecto de Luis Felipe Noé y Eduardo Stupía). Ha dibujado y pintado a la acuarela por una década, un hacer que ahora toma una nueva dimensión.
Largo proceso
Detrás de las imágenes de Búnker hay un largo proceso de casi dos años que comenzó con un dibujo, unas líneas rápidas que fueron cada vez más puliendo una idea. Buscaba “rescatar la memoria” de la que fue su casa en Luque (provincia de Córdoba). En esa vivienda había funcionado una estación de servicio de la década de 1940, “típica de la época, de estilo moderno”.
“Tomé conciencia de que el lugar donde estaba viviendo había sido un lugar de tránsito”, afirma. Su padre había construido el hogar en una edificación que le había cedido su abuelo. No llegó a conocer la estación que se ve la foto en sepia que incluye su obra. Al dato lo descubrió en 2012, cuando hacía la clínica Art Boomerang, en pos de recursos y conexiones para trabajar. Entonces también recordó que era arquitecto.
Marro estaba otra vez en su casa después de 20 años, y después de pasar 10 años en Italia y España. Mucho antes de saber de la historia de su casa de la infancia, había estado dibujando imágenes en relación al tránsito y la contaminación del gasoil, temáticas sobre la arqueología industrial y la arquitectura modernista.
Todo empezaba a cobrar sentido: “Debajo de mis pies habían estado los tanques de gasoil, incluso en mi habitación había una grieta, gracias a la cual descubrí el techo y una columna, así encontré la vieja estación”.
Martín Marro continúa desarrollando Búnker. De hecho, ya tiene los planos al detalle para reconstruirla al menos como una maqueta. Aquella arquitectura, señala, llevaba implícita la idea de progreso. “Luque como poblado se erigió frente a las vías del ferrocarril. Los tanques de gasoil venían en vagones de tren, los bajaban, los enterraban en un hueco y los conectaban a un caño”, explica. Todas estas características están en su proyecto. “Estoy sacando algo del progreso que después contaminaría el aire, lo hago presente dándole un significado a este tanque/búnker, hermetizando los recuerdos”, reflexiona.
Comprendió que el tiempo era “un concepto que estaba pegado en cada capa” de su investigación.
En cuanto al tanque, transformado en su propuesta en un búnker, quiere que en la próxima etapa tenga escala real. Incluso, dice, quiere vivir dentro del búnker. Será “como vivir en el pasado, en algo que estaba enterrado”.
El Premio Itaú
Premio Itaú Cultural de Artes Visuales. Hasta el 10 de julio inclusive, de martes a domingos de 10 a 20, en el museo Caraffa (Poeta Lugones 411). Los artistas premiados son Ayelén Coccoz (premio adquisición), Francisca Kweitel (segundo premio) y Elisa O’Farrell (tercer premio). Menciones: Diego Ciruli, Valeria Conte Mac Donell y Juliana Iriart. La próxima convocatoria al premio abre en agosto (www.premioitau.com.ar).
Martín Marro fue el único artista de Córdoba seleccionado en la muestra del Premio Itaú que exhibe el museo Caraffa. El artista habla de su propuesta, que comenzó con el descubrimiento de que su casa fue una estación de servicio.