La acción empezó con una especie de aullido que sorprendió al público. “Rompan el pacto de silencio” fue el grito, repetido varias veces, que emitió un grupo de más de 20 artistas que tomaron las escalinatas del Museo Caraffa, el jueves por la noche, en una manifestación cuyo objetivo es que es que empiecen a tomar estado público una serie de hechos de violencia de género.
“Repudiamos la presencia de todas aquellas personas que ejercen violencia, acoso y abuso para con sus colegas”, se leía en los panfletos que habían repartido previamente entre los presentes y que fueron dejando en los escalones. Todas estaban de negro, con los volantes pegados en el pecho y en la espalda.
Luego tomó la palabra Marina De Caro, artista de Buenos Aires que integra Nosotras Proponemos, colectivo que en 2017 confeccionó el Compromiso de práctica artística feminista .
De Caro, quien vino a Córdoba para acompañar la apertura de su muestra “Arquitectura de un conjuro”, una de las seis exposiciones que inauguraron el jueves en el museo provincial, inició la lectura de una serie de puntos de ese documento, que demanda la desactivación de reflejos machistas y situaciones de inequidad sexual, y se propone como un manual ético que incluye prácticas solidarias y aspira a generar igualdad en el campo artístico.
La lectura, que se hizo colectiva, cerró con las siguientes palabras: “No seamos cómplices de ninguna forma de violencia machista, desde la más visible hasta la más sutil y poco perceptible. Busquemos soluciones no punitivas pero efectivas: nosotras podemos protegernos y proteger nuestros espacios. Estemos para nosotras”.
La acción se replicó minutos más tarde en el Cineclub Municipal Hugo del Carril, donde el grupo de artistas se expresó con panfletos en los que se lee: “¡Ya no tendrán la complicidad de nuestro silencio”.
Artistas en estado de escucha
Las protagonistas de las manifestaciones integran el Colectivo de Artistas Córdoba, un grupo que reúne alrededor de 60 mujeres del campo artístico local, entre las cuales hay pintoras, dibujantes, fotógrafas, performers y curadoras, algunas muy jóvenes y otras de reconocida actuación en el medio.
El llamado a romper el pacto de silencio ya se había visibilizado, en forma de carteles, durante la última edición de la Feria Mercado de Arte Contemporáneo, a mediados de agosto. El colectivo también confeccionó una carta, que fue enviada a diversas instituciones y a las áreas de Cultura municipal y provincial, repudiando las situaciones de abuso de poder y la presencia en la feria de un artista cordobés cuyo nombre no se dio a conocer.
Desde el colectivo expresan la necesidad, en esta etapa, de brindarse un espacio de escucha y contención sobre hechos que puedan haberlas lastimando o sobre hostilidades sufridas en instituciones culturales y artísticas de la Ciudad de Córdoba y de la Provincia. Se reúnen con regularidad para dar testimonios de violencias padecidas, reflexionar y organizarse para realizar actos de reclamo.
Otra de las muestras que abrió al público en el Museo Caraffa es el impactante “Ensayo sobre el mal”, de Diana Dowek. En el tránsito de una sala a otra se puede leer, ploteado, un texto del escritor inglés John Berger que el jueves por la noche parecía establecer una extraña e imprevista sincronía con la acción del colectivo de artistas mujeres. Ese texto dice: “No puedo decirte qué hace el arte y cómo lo hace. Pero sé que a menudo el arte ha juzgado a los jueces, vengando a los inocentes y enseñando al futuro los sufrimientos del pasado para que nunca se olviden. Sé también que en este caso los poderosos temen al arte, cualquiera sea su forma y que esa forma de arte corre entre la gente como un rumor y una leyenda porque encuentra un sentido que nos une, porque es inseparable de la justicia”.
Desde la mañana del jueves, en sus redes sociales, sobre todo en Instagran y Facebook, numerosas artistas habían comenzado a difundir fotos de los panfletos que se repartieron durante las acciones. Los volantes incluyen un mail de contacto con el grupo: colectivodeartistascordoba@gmail.com.