Revelaciones en primera persona. Sobre los muros rosa apastelado se posan las delicadas piezas de Tomasa Linares Garzón. De ella, que nació en 1895 y estudió en la entonces Academia Provincial de Bellas Artes hacia la segunda década del siglo 20, ahora podemos conocer su obra a través de la exposición "Tomasa. Pinturas y dibujos de Tomasa Linares Garzón", basada en la colección de Julio Zelarayán.
La muestra transita por “dos mundos”, anotan las curadoras de la exposición, Ana Luisa Bondone y Clementina Zablosky, que se reúnen “como el anverso y el reverso de una sola pieza”: por un lado, sus pinturas “panoramas”, paisajes “observados desde un punto de vista distanciado, el horizonte, la lejanía”. Por otro, la mirada de sus dibujos “universos” que es más “afectiva y nos induce a aproximarnos a su mundo más cercano, el de las personas conocidas, de los rostros familiares y de las flores de su jardín”.
“Como un testimonio elocuente de esas lecciones de paisaje al aire libre del maestro Ricardo López Cabrera y sus prácticas, una pequeña serie de vistas del Parque Sarmiento revela no sólo los rincones observados del natural por Tomasa sino también a las alumnas, sus compañeras, mientras pintan-, escriben las curadoras en el catálogo de la muestra revelando el detrás de escena algunas pinturas-. Los recursos pictóricos utilizados por Tomasa en este conjunto de pequeñas pinturas al óleo están construidos a partir de la pintura alla prima, es decir, de primera intención, sin veladuras, sin retoques posteriores”. Las pinturas de Tomasa “evidencian su sensibilidad, su mirada y las estrategias al momento de trabajar”.
La artista mujer
De Tomasa Saturnina Linares Garzón (Córdoba, 1895-1968) no se han encontrado hasta el momento reseñas críticas sobre su producción artística, anotan las curadoras, por lo que ésta es su primera exposición, que reúne 64 de sus obras de pequeño formato. Y detallan que los dibujos de Tomasa que se exhiben, en su totalidad, tienen fecha, firma y sello de la Academia Provincial de Bellas Artes, incluyendo algunos el año académico que cursaba. Pero en el caso de las pinturas, están firmadas y sin fecha: “consideramos hasta el momento que la mayoría corresponden al periodo de su formación, algunas pinturas están firmadas con su nombre completo, otras con su sobrenombre, Chata o Chatita y otras con su apellido de casada: Tomasa Linares de Coco, por lo que entendemos que Tomasa sigue produciendo después de formar su familia. Ella pinta antes y después”.
Las curadoras revelan que al contactar a los familiares de Tomasa (hija, nieta y sobrina-nieta), “pudimos saber que ella siguió pintando pero que aparentemente no expuso sus trabajos en ninguna oportunidad”. Situación deberá ser ampliada y profundizada, advierten.
¿Qué nos dice este rescate de la figura de Tomasa? La exposición no sólo pretende ser un aporte a la historia de la enseñanza del arte en Córdoba, afirman Bondone y Zablosky, también comprender las prácticas artísticas de su época y “su propia sensibilidad”. Este rescate claramente contribuye “al hacer visible una experiencia particular que se suma y entrama con las trayectorias de las pocas artistas mujeres de principios del siglo 20 cuyos nombres han trascendido en Córdoba, como Olimpia Payer (1893-1989), María Rosa Ferreyra de Roca (1905-1990), Asaf Caros (Rosa Farsac 1905-2003)”.
Para las curadoras es significativo al analizar los trabajos de Tomasa como alumna de la Academia Provincial de Bellas Artes, también reconstruir las prácticas de la enseñanza de dibujo y pintura que “configuraban el interés y la sensibilidad estética de las señoritas en la década entre 1916 y 1926”. Y a través de la producción de Tomasa “también conocer otras prácticas sociales y culturales que emergen de sus dibujos y pinturas, como la moda, el desnudo, la relación de las mujeres y el cuerpo, el lugar de las mujeres en la sociedad, entre otros”.
El valioso rol del coleccionista y el trabajo colaborativo
“El rol del coleccionista es fundamental para la preservación de la producción de artistas del pasado o del presente”, señalan Ana Bondone y Clementina Zablosky, porque su adquisición implica un “criterio de búsqueda y selección (por género, período, poética, procedencia local, nacional, internacional) que comprende operaciones como establecer contacto con los artistas, sus familiares, otros coleccionistas y asesores, visitar los talleres, buscar referencias de las obras, y que también se relaciona con el gusto”. “Hay una mirada sensible del coleccionista en sus elecciones”, subrayan. Así “podemos encontrarnos hoy con Tomasa”, en una “colección particular abierta, es decir que permite, como en este caso, al investigador, al historiador documentar y analizar la obra es un aporte fundamental”.
“El coleccionista descubre, conserva las producciones artísticas y posibilita su difusión”, reflexionan las curadoras sobre una “relación sinérgica” que en este caso como en otro les permite trabajar en una “interpretación situada y provisional, entre otras posibles”.
“La interacción de los artistas, los coleccionistas, los investigadores, los curadores, entre otros agentes es pensada desde nuestra perspectiva, como una forma de trabajo colaborativa”, observan.
Para ver
"Tomasa. Pinturas y dibujos de Tomasa Linares Garzón". Espacio de Arte de fundación OSDE, avenida Rafael Núñez 4252. Exposición de pinturas y dibujos inéditos de Tomasa Linares Garzón, obras de la colección de Julio Zelarayán. Curadoras: Ana Luisa Bondone y Clementina Zablosky. Hasta el 31 de mayo, de lunes a viernes de 9 a 17. Entrada gratuita.
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