La nueva edición de la feria de galerías arteBA se vive a pleno en La Rural porteña. Con gran presencia de coleccionistas, galeristas y famosos, el jueves por la tarde tuvo lugar la pre inauguración de este evento cuya oferta artística combina las corrientes tradicionales con otras expresiones modernas de las artes visuales. Este diario viajó invitado por Chandon a la feria, que abrió sus puertas al público el viernes.
En las horas previas al corte de cinta, una de las presencias más llamativas e inquietantes fue la de Nicola Constantino, la controvertida artista que representó a la Argentina en la Bienal de Venecia con una instalación en la que encarnaba a Eva Perón, y que desató una polémica luego de que el Gobierno nacional añadiera una serie de videos de contenido político.
Nicola Costantino es la artista elegida por Chandon para intervenir su espacio. Allí, en una zona elegantemente cercada por un telón que incluía burbujas estampadas en dorado, la artista rosarina desarrolló Luminiscencia, una videoinstalación interactiva que invita a disfrutar del arte y la gastronomía gourmet de una forma bastante singular. Una vez dentro de la obra (literalmente, se debe correr el velo e ingresar) hay una serie de mesas y banquetas dispuestas para los comensales. Incluso esos objetos fueron creados ad hoc por Constantino, de modo que las mesas, lejos de ser meros rectángulos o piezas mobiliarias comunes, tienen una morfología única, ondulada, como si el fragmento de un sueño hubiera sido materializado.
Como esas formas conspiran contra la practicidad, las mesas también disponían de pequeñísimos imanes, cuya tarea consistía en que las copas aflautadas de champán pudieran mantenerse erguidas durante esa cena alucinada.
Sobre la superficie, además, se proyectaba un grupo de burbujas juguetonas que acompañaban los movimientos de los comensales. Por ejemplo, si algún invitado apoyaba la mano el tiempo suficiente sobre la mesa, las burbujas se concentraban allí y, una vez retirada, volvían a desvanecerse.
El plato principal de la obra, y su conexión directa con la gastronomía y la ingesta (dos características que recorren buena parte de la obra de Constantino), consistía en una serie de esferas de colores muy pequeñas cuyo interior alojaba menjunjes gourmet de lo más extraños. Podían elegirse cuatro variedades: Salado Noir, Salado Rouge, Vegetariano y Dulce. Los ingredientes de cada una variaban considerablemente e iban del cerdo, almendras y espinaca, al mango, pollo, leche de coco, pistacho o frutos rojos. Superada la textura crocante de la cáscara, se descubrían sabores atípicos, desde notas alimonadas hasta momentos más picantes al paladar.
El espacio en el que se ubica Luminiscencia funciona también como ingreso al Barrio Joven de Chandon, la habitual apuesta de la marca al arte contemporáneo que en esta edición cuenta con 21 proyectos, entre galerías porteñas, de otras provincias argentinas e incluso de países como Puerto Rico, Ecuador y Bélgica (pero que trabajan con artistas latinoamericanos). Allí se destaca la única presencia cordobesa de arteBA, The White Lodge, un espacio dedicado a la fotografía y la moda que trabaja con artistas como Gustavo di Mario y Dolores Esteve.
Como suele ocurrir en esta clase de eventos, en los minutos anteriores a la gran inauguración se podían ver algunas caras conocidas que recorrían los stands con ojos atentos. Desde funcionarios hasta estrellas de rock, desde personajes mediáticos hasta actores de moda, casi todos se hicieron un tiempo para pispear, a través de las difusas burbujas, la particular instalación de Costantino.
La feria de galerías que se realiza en Buenos Aires combina sofisticación artística y glamour, y es una cita para los famosos. Una de las presencias destacadas es la de Nicola Costantino, quien realizó la obra interactiva Luminiscencia.