Pública en su aspecto más geográfico, este año la sección Auditorio del Mercado de Arte Contemporáneo se transforma en Ágora y se muda a la neurálgica plaza San Martín, donde tendrán lugar hasta el domingo –la feria sigue hasta el lunes– charlas, discusiones y debates abiertos alrededor de los ejes “territorio, género y producción”.
Una de las invitadas al foro es la activista trans Marlene Wayar, que participa este sábado en la mesa “Voces y género” dedicada a los activismos trans, queer y gordo. De origen cordobés y radicada en Buenos Aires, Wayar incluye en su accionar la dirección de El Teje, el primer periódico travesti de Latinoamérica, la fundación de la Cooperativa Textil Nadia Echazú para la inclusión laboral trans y coordina además el movimiento Futuro Transgenérico y la red continental y caribeña trans Silvia Rivera.
En un contexto de agitación en que las luchas de género encuentran eco en una nueva ola feminista, Wayar trae su discurso marginal pero persistente a una feria de arte contemporáneo haciendo literal el acto de transposición. El cruce con el arte contemporáneo, en ese sentido, es amplio y profundo.
“La utopía, para nosotros, a diferencia de Nietzsche que decía que era el superhombre, es la persona trans. Hay ahí un proyecto de transformación, una ética autoimpuesta. Creemos que cada niña y niño que nace tiene la obligación de construir un primer objeto de arte que es el yo. La maternidad y paternidad tienen que proteger y posibilitar que ese arte se ejerza con autonomía”, apunta Wayar.
Y completa: “La tarea fundamental de nuestra sociedad es la tarea pedagógica, hacer de nuestro tránsito por la vida un aprendizaje constante. Hay un arte que debe ser la comunicación con el menor ruido posible para que podamos hablar, entendernos y sostener al consenso generalizado. Apoyar el ‘no matarás’ como ley fundamental, que no vamos a matar ni con guerras ni creando fábricas de armas ni formando ejércitos ni construyendo pequeños campos de batalla en los hogares, las escuelas, los lugares públicos. Tampoco podemos matar por omisión, dejar que mueran niños por desnutrición, ser cómplices de un sistema social que está dejando morir a nuestras ancianas y ancianos. Para todo eso hay que tener una visión artística de las políticas públicas, las ciencias jurídicas, las experiencias médico-psiquiátricas, porque si no lo que tenemos es cinismo”.
Wayar recuerda el origen local de su activismo: “La primera vez que me pidió documentos la Policía yo era menor de edad, estaba en el centro y mis amigas salieron corriendo porque ellas se prostituían y yo no. Me quedé parada sin saber qué hacer. Por eso comencé el activismo, para preguntar por qué la falta de respeto –dice Wayar–. Si algo caracteriza al ‘trava’ es la visibilidad, cualquier ‘trava’ que hoy sale a caminar por fuera de una zona roja está haciendo activismo. Desde ese punto de vista nos organizamos en contra de la violencia policial en los ‘90s y en los 2000 la lucha se cristalizó en un aprendizaje junto a organizaciones como el feminismo, los movimientos sociales, el ‘que se vayan todos’. Es un largo proceso que parece que terminase o tuviera un cambio con la ley de identidad de género, pero todavía hay muchas cuestiones que implican desafíos”.
Círculo vicioso
–¿Cuál es la transformación social puntual a la que aspiran?
–Lo que nos afecta de manera más directa a los maricas y “travas” y tortas es la heterosexualidad obligatoria, pensar desde una matriz heterosexual que no nos contempla, nos invisibiliza como productoras de conocimiento, de cultura, de trabajo. La idea es tener un espacio de intervención política por fuera de las organizaciones establecidas y sobre todo por fuera de los partidos políticos. Está esa consigna que dice que no hay nada más parecido a un machista de derecha que un machista de izquierda. Lo que les planteamos a estas estructuras tradicionales es que el abandono y la exclusión a los trans ocurren por el fracaso de las funciones paterno-maternales. Por estadística quedamos en situación de calle entre los 8 y los 13 años y a los 18 nos ponen a la Policía encima, nos aprietan y nos convierten en sujetos vulnerables y precarizados. El machismo y el mercantilismo afectan sobre todo a niños y niñas, hay que salir del adultocentrismo.
–Estás por publicar el libro “Travesti, una teoría lo suficientemente buena” (Muchas Nueces). ¿Qué anticipás de él?
–Está relacionado con la producción periodística o teórica y rescata la oralidad travesti. Mi aprendizaje ha sido prostitutivo, más allá de la prostitución en sí. Asumo el eclecticismo como propuesta estética, elegir cualquier técnica o material para producir comunicación desde el arte. Y reivindico una epistemología convergente. Los marcos teóricos se pueden sintetizar, adaptar y mezclar con grandes pensadores. Es buscar salir de los binomios hombre y mujer, bueno y malo, y buscar terceras, cuartas, quintas alternativas. Estamos en un círculo vicioso en el que seguimos teniendo las mismas estrategias políticas, sociales y económicas. El libro propone salir del pensamiento marxista-socialista-feminista para avanzar hacia otro lugar, porque no está dando buenos frutos. El título está sacado de Donald Winnicott, que hizo el aporte de la “mamá suficientemente buena”, que ilusiona al bebé y después lo desilusiona de a poco para que aprenda a ser libre y caminar solo.
Programa Ágora sábado y domingo
La sección Ágora de Mercado de Arte Contemporáneo (MAC) tendrá este sábado dos mesas, siempre en la plaza San Martín. A las 15 será el turno de la charla “Voces y géneros”, con la participación de Marlene Wayar (psicóloga social y activista trans), Nicolás Cuello (profesor de historia de las artes visuales, activista cuir y gordo) y SaSa Testa (docente, investigadorx y activista queer). Modera el antropólogo y docente Gustavo Blázquez.
A las 17 será el turno de “Voces y territorio”, con César González (escritor y director de cine), Daiana Henderson (poeta) y AAPIE (Asociación Amigos de la Publicación Independiente Experimental). Modera la curadora, investigadora y docente Andrea Ruiz.
Mañana domingo a las 15 se llevará a cabo la mesa “Coleccionismo y territorio”, con Gabriel Baggio, Alejandro Londero, Kiwi Sainz, Valeria Galliso, Alejandro Leal y Paula Scaroni (Foto Crazy). Coordina Florencia Agüero.
Y a las 17, finalmente, tendrá lugar “Coleccionismo y producción”, con Aníbal Buede, Suyai Otaño (Manta Residencia), Joaquín Rodríguez, Abel Guaglianone, Fabián Muggeri y Georgina Valdéz. Coordina Emilia Casiva.
Marlene Wayar es activista del movimiento trans. De origen cordobés, viene a participar de una charla en el Mercado de Arte Contemporáneo.