“Vivir en el límite de la Vía Láctea y La Cañada” es la definición que elige Eugenio Zanetti para explicar cómo se siente volver a su ciudad: “Un poco mi vida fue así, nos tocó viajar”, dice, para recordar que después de la “enorme libertad” que hubo en la década de 1960 para la generación joven de la que formó parte, ya con la dictadura tuvo “que buscar el aire en otra parte”.
El artista creador de imágenes tanto para la pantalla grande como para sus propios cuadros al óleo anunció su felicidad de venir para presentar “dos cosas que nunca se juntan”, su pintura y su trabajo como director de arte: “Una retrospectiva de mi trabajo hecho en Hollywood, y una muestra que no está directamente relacionada, sino a un nivel más profundo”. Ambas muestras son complementarias, afirmó: “Sacamos imágenes de nuestro interior y las ponemos en nuestros trabajos”.
En la apertura de las exposiciones que organizó la Secretaría de Cultura municipal junto a la fundación Melián (apareció con la estatuilla del Jerónimo en mano), Zanetti destacó la “increíble” curaduría de Luz Novillo, en eso de “tomar el trabajo de otro y reimaginarlo”.
El metal de un ahumador en movimiento y la blanca nube que baña la alfombra púrpura recrea una secuencia de la película Restauración (por la cual Zanetti recibió un Oscar en 1995 como director de arte) en el comienzo de la muestra “Más allá de los sueños”, que se exhibe en el Cabildo y que incluye bocetos originales (dibujos y pinturas), fotos e instalaciones que recrean escenas de algunos de los filmes para los cuales trabajó. “Había una plaga en Londres y por eso se ahumaban los salones”, dijo sobre el impactante clima que aporta esta puesta, en alusión al filme sobre la nobleza británica del siglo XVII.
“Más allá de los sueños”, nombre elegido para mostrar el backstage de los filmes en los que participó, es también el nombre de otra película por la que estuvo nominado al Oscar por su trabajo en dirección artística. De esta película, dirigida por Vincent Ward, se exhibe un guion encuadernado que le regaló el protagonista, Robin Williams.
Eugenio Zanetti cuenta la intimidad de su tarea. Las acuarelas que se exhiben delatan “un trabajo muy previo de una película, incluso antes del boceto. Las acuarelas son un gusto que me doy”, afirma mientras recorre las salas con sus bocetos de las escenas de Restauración, Línea Mortal, El fantasma de la ópera y Más allá de los sueños. La primera imagen que empieza a rodar con una acuarela es, para Zanetti, “el perfume de la película”.
En el Cabildo, el mobiliario antiguo dialoga con la estética del artista, aspecto que refuerza la muestra “El teatro del mundo”, el segundo segmento de esta gran retrospectiva que se exhibe en el museo Genaro Pérez. Los dibujos no sólo diseñan escenas sino también vestuarios, como los que hizo para El último gran héroe, cuando le pareció “que era importante desde el punto de vista expresivo”.
Un puente y un vestido al final de la muestra del Cabildo son los objetos elegidos para hablar de Amapola, su “ópera prima a los 66 años”, que se estrenará pronto en Córdoba y en la que Zanetti debuta como realizador dirigiendo a Geraldine Chaplin junto con los argentinos Leonor Benedetto y Lito Cruz (su amigo desde hace 50 años), entre otros.
Zanetti acercó muchísimas anécdotas, y la de Amapola tiene que ver con el vestido, que diseñó hace mucho tiempo a pedido de Antonio Gasalla. “Amapola es lo más parecido a un cuadro –confiesa–. Está hecha de pinceladas”. Y adelanta que después de esta película que lo tiene como director tiene “dos más para hacer en la Argentina”.
En el museo Genaro Pérez, el color negro en las paredes aloja unas 30 pinturas marcadas por el sello del claroscuro, algunas muy grandes como El hundimiento del Belgrano, un retrato de Margaret Thatcher que se refleja en un espejo. “Los cuadros no se pueden explicar”, dirá a modo de disculpas sobre su silencio ante cada cuadro (“una pintura es una suma de duros y blandos, no sigo una lógica simbolista”), y el espectador tendrá que develar cada guiño a la pintura clásica.
Aunque no asistió a una escuela de arte por insistencia de su padre (“para que no me influenciara”), la colección de libros que su papá le regaló “está en estas obras”. Hizo muchas muestras en Córdoba en la década de 1960 (en las galerías Zoe, Feldman y “otras que ya no existen”), y también compartió taller con Antonio Seguí en París, contó Zanetti. “La técnica hay que inventarla”, sentenció al final de un recorrido ambientado como si se tratara de una de sus películas.
Para ver
Hasta el 1° de junio se puede visitar la muestra doble de Eugenio Zanetti en la ciudad de Córdoba. “Más allá de los sueños” se exhibe en el Cabildo Histórico (Independencia 30) y “El teatro del mundo” está en exposición en el museo Genaro Pérez (General Paz 33).
Eugenio Zanetti, ganador de un Oscar, pinta y dibuja las escenas que diseña para el cine y también produce sus propios cuadros. Estos dos aspectos de su trabajo se recrean en dos muestras que exhiben el Cabildo y el museo Genaro Pérez.