La vemos desde el jardín por la ventana de su estudio. Lee de su notebook, mate en mano. Por momentos la cámara se acerca, e ingresa a la intimidad de su espacio. Estas escenas transcurren con la presencia permanente de su voz en el video Ministerio de la vida abundante, una pieza importante de la muestra "Idealister" de la artista rosarina Claudia del Río, que exhibe el Museo Genaro Pérez (General Paz 33) como parte de una entrega mayor.
"Idealister", con curaduría de Nancy Rojas, es un microcosmos que se puede recorrer en la planta baja.El "despliegue autoral" (como dice Rojas) de Claudia del Río es bello y amistoso, allí donde imagen y escritura a veces son la misma cosa. Otras piezas surcan materialidades de las más elementales de donde nacen personajes, expresiones, frases, situaciones.
"La vida de los ojos", como le gusta a Claudia llamar a su muestra es pura maravilla. Es volver a formas de dibujar y pegar, construir, componer que se pierden después de la espontaneidad visual de la infancia.
El video Ministerio de la vida abundante(realización de Gastón Miranda, 2016) tiene el sesgo de toda la muestra, salvo que aquí se escucha a la artista. Es una suerte de diario leído que emana partículas de una obra en la que, como sostiene la curadora, la narración frágil y a la vez sistémica que propone, ese diario "aparece como coartada ideológica y la mirada como un destello de activismo en el espacio".
El arte, esa "artesanía desesperada" como escribe la artista, bulle y navega aquí por todo tipo de soporte, incluso en cáscaras de huevos, en los ojos bien abiertos de esos rostros que reciben al visitante, en una circularidad que contiene y llama, en cuadros apoyados en el suelo o haciendo esquina.
La palabra es vital en la artista. Ella es también escritora, por supuesto: publicó Litoral y Cocacola, Pieza Pizarrón y más recientemente Ikebana política, pero su escritura en la muestra es otra cosa. Cuando nos lee desde el video nos incluye, es como si estuviéramos ahí con su mate, no es sólo compartir. Más cerca del registro, de un deseo de posicionamiento que de una actuación (¿performance quizá?) en la que nos acercamos a cómo piensa, cómo establece y conecta en dosis las porciones de vida y pensamiento artístico.
Volver a los dibujos es una destreza que se aprende, dice en uno de sus momentos monologados Claudia, que fue una de las fundadoras del Club del Dibujo en su ciudad, en 2002. En el medio soltará desde una descripción de estrategias de dibujo o claves de sus retratos.
"Hay mucha tos en el mundo", dirá en otro de los momentos brillantes donde aparece su mirada política. Mientras ella sigue leyendo la cámara deja ver cáscaras de huevo sobre la mesa escritorio que luego encontramos en sus obras exhibidas en el museo, obras en las que puede incluir papel glacé, papel afiche, incorporar unas curiosas palmetas; o deslizar su dibujo a través de la birome, el aceite de lino y el grafito. Todo lo comparte, el hacer y el relato.
"Claudia procede fundamentalmente entre los bordes de las cosas, del happening, escribiendo y sobre-escribiendo desde el fondo, haciendo tesis con los sedimentos de la propia obra y de ciertas historiografías artísticas y literarias", señala Nancy Rojas en el catálogo de la muestra.
La artista rosarina sostiene su producción en piezas que revelan diferentes operaciones. Llevando sus pensamientos a pancartas sobre tela o papel, como "manifiestos que se hacen dibujos, dibujos que se hacen pintura, y pinturas que devienen en bordados con inscripciones tomadas de noticias policiales", detalla Nancy Rojas, un "arte magistral lleno de declaraciones". Y también, señala, un orden visual ligado inevitablemente a un orden emocional.
Definitivamente, el arte es vida, y la vida es fundante en el arte de Claudia del Río.
Perfil
Claudia del Río nació en Rosario en 1957. Es artista, escritora y educadora. Formada en la Universidad Nacional de Rosario, donde enseña. En 2002 cofundó el Club del Dibujo, un espacio de pensamiento y acción; y desde 2006 el proyecto Pieza Pizarrón (Lehrstücke), dispositivo de dibujo, teatro y pedagogía. En 2007 inició RUSA: Residencia para Un Solo Artista, en su casa taller. Fue invitada como representante argentina a las Bienales de La Habana (Cuba), la del Mercosur en Porto Alegre (Brasil), la de Medellín (Colombia) y la de Salto (Uruguay); y a numerosas residencias artísticas de América Latina y España. Colabora escribiendo reseñas sobre arte contemporáneo, para diversos medios. Publicó Litoral y Cocacola (Ivan Rosado, 2012), Pieza Pizarrón (Club del Dibujo, 2013), e Ikebana política (Iván Rosado, 2016).
Para ver
"Idealister". Museo Genaro Pérez (avenida General Paz 33). La muestra de la artista rosarina Claudia del Río, con curaduría de Nancy Rojas, se podrá visitar hasta el 8 de julio, de martes a domingo de 10 a 20. Entrada gratuita.
Claudia del Río comparte su microcosmos creativo en la muestra "Idealister", que toma una sala del Museo Genaro Pérez.