Lindes para el viento se titula el proyecto de Lucas Di Pascuale y Soledad Sánchez Goldar que exhibe el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti (ex Esma) de la Ciudad de Buenos Aires, en la muestra "La mirada que se separa de los brazos. Prácticas disidentes en torno al arte y la política", que los artistas cordobeses comparten con autores de otros países, en el contexto mayor de la primera edición de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de América del Sur, BIENALSUR.
"Desde hace unos años, un libro habita intermitentemente el taller de cada uno de nosotros, en él vamos escribiendo como si se tratara del único medio que tenemos para dejarnos mensajes", explica la dupla sobre la obra, pensada como "una especie de diario íntimo a dos voces".
Los carteles que componen esta obra anuncian, son piezas de producción individual. "Proponemos un hacer de a dos que, si bien desdibuja los límites autorales, no nos convierte en un uno. Otros trabajos surgieron a partir de un intercambio –agregan, sobre el proceso de la obra–. Cada uno le entregó al otro diversas piezas que formaban parte de proyectos previos para que el otro las continuara, sin requisitos ni consultas. En ese continuar al otro, nos preguntamos acerca de la finitud de la producción artística".
En Lindes para el viento, los artistas también descubren parentescos entre el hacer de uno y del otro. "Abordamos de manera mixturada aquellos que han sido nuestros espacios de indagación: arte de acción y espacio público; autobiografía y sanación; montaje, política y memoria", reflexionan.
El Conti, un lugar de la memoria
La exposición que incluye a Lindes para el viento se pensó, en palabras de la curadora Florencia Battiti, como un espacio posible para el disenso, "una instancia en la que, rompiendo con las obligaciones cotidianas, las personas que la visiten tomen contacto, en primera instancia, con las memorias del espacio que la alberga". El Centro Cultural Haroldo Conti, ubicado en el predio de la ex Esma (Escuela de Mécanica de la Armada, donde funcionó uno de los centros clandestinos de tortura durante la última dictadura militar), da sentido a esta exposición.
Continúa Battiti: "Cada obra de la exposición entabla un diálogo directo con un espacio colmado de relatos en tensión; un lugar de memoria altamente sensible y significativo para la historia política argentina". Los artistas trabajaron a partir de las nociones de archivo, exilio, identidades y territorio, "enhebrando entre sí cruces y contactos -algunos deseados, otros inesperados pero bienvenidos- cuya sinergia activa la potencia crítica de cada uno de sus enunciados".
El dato
Binalsur. Primera Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de América del Sur. El Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti (Avenida del Libertador 8151, Ciudad Autónoma de Buenos Aires), exhibe la muestra "La mirada que se separa de los brazos. Prácticas disidentes en torno al arte y la política", en la que participan los artistas cordobeses Lucas Di Pascuale y Soledad Sánchez Goldar. Curaduría: Florencia Battiti.
Balance de la primera edición de Bienalsur
Con exposiciones, performances e intervenciones en cinco continentes durante 120 días, la primera Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de América del Sur se planteó como un evento cultural sin precedentes, que sólo en Argentina atrajo a un millón de personas. Aníbal Jozami, director de la bienal, anticipó que la segunda edición se realizará con sede central en Buenos Aires entre junio y setiembre de 2019. El llamado a concurso para la presentación de proyectos de artistas de todo el mundo se hará a partir del 1° de marzo de 2018. "El lanzamiento oficial de la bienal se hará en el Polo Norte, ya que es el único lugar del mundo que tiene una única dirección adonde ir: el sur", explicó. La misión de Binalsur es justamente posicionar al territorio sur como epicentro de la acción en el atlas del arte mundial.
La bienal, desarrollada por la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref), pone en diálogo a universidades, museos e instituciones prestigiosas de 16 países. Más del 95 por ciento de las obras que forman parte de la bienal fueron seleccionadas a través de dos convocatorias internacionales abiertas con temáticas libres. La idea fue invitar a artistas y curadores a pensar proyectos específicos e inéditos y, así, se recibieron más de 2500 propuestas provenientes de 78 países.
Bienalsur hizo pie en Argentina, Australia, Japón, Benín, España, Brasil, Francia, Paraguay, Bolivia, Chile, Ecuador, Colombia, Guatemala, Perú, Uruguay y Venezuela. Con foco en Ciudad de Buenos Aires, recorrió 18.370 kilómetros. En la capital argentina tiene más de 20 sedes, a las que se suman alrededor de 80 del mundo. Se expusieron cerca de 100 muestras que involucraron a más de 570 artistas y curadores. Desde Buenos Aires hasta Tokio, pasando por Rosario, Córdoba, Salta, San Juan, Tucumán, Montevideo, San Pablo, Lima, Asunción, Valparaíso, Bogotá, La Paz, Madrid, Paris, Benín, entre otras ciudades, pudieron verse obras de artistas como Christian Boltanski, Marie Orensanz, Charly Nijensohn, Cildo Meireles, Alexander Apóstol, y Eduardo Basualdo, además de piezas como las del Museo Reina Sofía de España.
El proyecto de Lucas Di Pascuale y Soledad Sánchez Goldar participa en una muestra con otros artistas del mundo, como parte de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de América del Sur (Bienalsur).