Su nombre es Roberto Benavidez, vive en Texas Estados Unidos y hace unos meses realizó una serie de esculturas inspirados en la famosísima obra El jardín de las delicias del pintor holandés El Bosco. Nos gustó tanto su trabajo que te compartimos algunas imágenes. ¿No son geniales? Juan Pablo Andrade/ Especial.
Hacia finales del año 1505 Jheronimus Bosch, más conocido como El Bosco, finalizó lo que sería unas de las grandes obras del arte medieval: El jardín de las delicias, un tríptico de generosas magnitudes que hoy se expone de manera permanente en el Museo del Prado de Madrid. Lo que jamás imaginó El Bosco en aquella ocasión (además de todo el impacto que generó su pintura) es que la misma iba a ser usada para inspirar una serie de extrañas y atrapantes esculturas hechas con piñatas (¡si, leíste bien!). Su autor Roberto Benavidez, es un artista contemporáneo que se animó a recrear el famoso cuadro a través de misteriosos animales en formato 3D.
Interesado en la cultura popular mexicana, Benavidez, que se crió cerca del lado más latino de los Estados Unidos (Texas limita con México), comenzó a indagar en cómo apropiarse de una expresión muy conocida por muchos: el papel maché o la construcción de piñatas festivas, esas que se rompen en los cumpleaños y que esconden dentro suyo, a una enorme cantidad de caramelos y golosinas.
Siendo la pintura original de El Bosco, una composición llena de situaciones plagadas de extrañísimos personajes y animales fantásticos, era de esperarse que las adaptaciones de Benavidez contengan ciertos elementos irreales. Lo que irónicamente sorprende, es su semejanza con obra real del artista medieval.
Dueños de grandes tamaños y de minuciosos detalles, las esculturas de Benavidez resaltan por la cantidad de sombras y colores que transmiten a los sentidos de quienes las contemplan. En esta imagen, vemos otra de las especies imaginadas por El Bosco que el artista texano llevó a la realidad. Impresionante.
En su formato original, El jardín de las delicias es una representación bíblica de la creación del mundo y del comportamiento del hombre (y la fauna) en su interior. Tal así, conceptos como el bien y el mal ocupan un lugar centran en la famosa pintura de El Bosco. Respetando este punto central, Benavidez también destaca una fuerza interior reinando en la vida de cada animal. Luz y oscuridad conviven dentro del papel maché y en la obra del artista texano.
Dueño de un talento único, el trabajo de Roberto Benavidez resulta una bocanada de aire fresco con guiños a la historia del arte y a un estilo propio de la cultura popular mexicana. En su cuenta de Instagram pueden encontrarse varias de las esculturas inspiradas en El Bosco como también otras obras suyas empleadas en su mayoría con papel maché. Un descubrimiento digno de compartir.