¿Cómo era el arte moderno en los años ’40 en Córdoba? Lo revelan pinturas, grabados, dibujos y esculturas reunidas en una selección de las primeras obras que bajo ese signo ingresaron a la colección de un museo que nacía en 1943, el Genaro Pérez. Ese origen es el que indaga la muestra “La comuna y sus imágenes”, con curaduría de las investigadoras Cristina Rocca y Carolina Romano, autoras de la segunda entrega del ciclo “Colección en Acción” que exhibe el museo municipal.
El ciclo fue lanzado con la idea de que la colección tenga dinámica con diferentes lecturas. “De lo contrario, la colección será una acumulación de objetos que empieza a perder sentido, volviéndose estática, monótona,”, afirma Blanca Freytes, del área de colección del museo Genaro Pérez, quien concibió “Colección en Acción”.
Un puente con la historia
La muestra se generó a partir de investigaciones previas que venían haciendo Rocca y Romano en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Córdoba desde tiempo atrás. Concretamente, estudiaban “las modalidades que el arte moderno adquirió localmente, qué tipo de obras se produjeron a partir de interpretaciones de lenguajes plásticos vanguardistas, cómo se concibieron a sí mismos los y las artistas y de qué manera decidieron relacionarse y actuar para hacer manifiestos esos cambios”.
El protagonismo de los artistas modernos fue clave en los Salones Municipales de Pintura y Escultura a partir de 1941, y dos años después en la inauguración el Museo Municipal Genaro Pérez. “Para ese entonces, uno de los artistas modernos más activos, Juan Roberto Viola, se convierte en el primer director de ese museo”.
Figura señera
“Es Viola el encargado de confeccionar la primera colección, compuesta por donaciones, obras que estaban ya en ámbitos municipales y fundamentalmente, obras premiadas de los Salones Municipales”, detallan.
La muestra presenta obras modernas representativas de ese momento, que dan cuenta de los criterios con los que actuó Viola y cuál era esa cultura visual moderna que se manifestaba a través de los Salones, cuya concurrencia era nacional.
“Lo que el espectador puede apreciar aquí es la selección que consideró valiosa para el nuevo museo en tanto se distanciaba de unas formas académicas que ya no eran representativas del espíritu de la modernización que se pretendía para generar un arte nuevo”, analizan.
Aunque la primera colección del Museo es más amplia por la presencia de donaciones y otras formas de ingreso, como curadoras optaron por una selección de las obras modernas más paradigmáticas.
Síntomas de una época
“La exposición ofrece al visitante piezas de excepcional valor que pueden disfrutarse por lo que contienen en sí mismas pero también porque son el indicio de un mundo cultural y social que las excede”, sostienen Rocca y Romano.
Por una parte, proponen, “uno puede disfrutar los matices, la complejidad y la sensibilidad con que han confeccionado sus dibujos Horacio Álvarez, Juan Carlos Pinto o Roberto Viola; se puede aprender de la composición de Alberto Nicasio o Víctor Delhez; o dejarse llevar por las relaciones entre la poesía de (Heinrich) Heine y el universo visual que propone Mauricio Lasansky”.
Pero también, “podemos ver a cada obra -y al conjunto que conforman- como síntomas de una época, de una realidad que nunca es transparente y que sólo podremos conocer haciendo preguntas que no pueden ser respondidas si sólo prestamos atención al arte, sino que requieren que seamos curiosos sobre las relaciones entre el arte y lo que excede al arte”.
Pensar esas relaciones, “es siempre un desafío estimulante para los organizadores de una propuesta curatorial o para los visitantes”.
En el olvido
En el recorrido sorprende descubrir que después de las figuras rutilantes del arte local, hay artistas desconocidos, otros olvidados en el paso del tiempo, sobre todo nombres de artistas mujeres de aquella época ¿Fue intencional hacer presentes a Domínguez Neira, Nelly Quiroga, Antonio Sassone, Julia Vigil Monteverde, o Víctor Delhez, por ejemplo? “En efecto, aparecen nombres que han permanecido en un injusto olvido”, asienten. Los artistas invisibilizados por la historia, en su momento “fueron parte de una renovación del arte y seleccionados en aquella época por sus cualidades plásticas”. Conocidos o no actualmente, “hicieron posible un vuelco en la concepción de arte y de artista que repercute en nuestra propia cultura actual”.
La historia del arte local más difundida está dominada sólo por algunos nombres. Las investigadoras afinan su idea: “Para ser precisas, hay que señalar que la dominancia de algunos autores sobre otros no sólo tiene que ver con que algunos se destacaron como artistas premiados y como gestores del arte moderno y tuvieron más presencia pública. Otra cosa que contribuyó a la poca difusión de las obras es que no todos expusieron regularmente en la ciudad de Córdoba y que vinieron en ocasión de la convocatoria de los Salones o donaron sus obras para colaborar con el Museo desde otras latitudes”. Incluso, “también hay que considerar que posteriormente múltiples factores, culturales, sociales, políticos, hicieron que unos estuvieran más visibles que otros”.
Sin complejos
El nuevo contexto para estudiar aquella época es una gran ayuda para revertir esa tendencia: “Ahora se cuenta con los recientes trabajos de investigación encuadrados en una Nueva Historia del Arte que aborda sin complejos el arte local como objeto de estudio”.
Esas nuevas perspectivas estudian las obras en diálogo con materiales provenientes de fuentes y archivos diversos (van más allá de inventarios de obras y biografías), reflexionan. Así, “contextualizar la producción, circulación y recepción de las obras se han vuelto estratégicas para la comprensión del fenómeno artístico como fenómeno cultural, social y político”.
Ampliar la percepción estética
Como principal aporte de estos estudios, Rocca y Romano destacan la ampliación de la percepción estética y conocimiento de una época clave para entender la presencia del arte moderno en Córdoba. Y a la vez sirve, enfatizan, para “desterrar la idea de que las cosas interesantes siempre pasaban ‘afuera’ y que lo local quedaba reducido a reproducir novedades como ecos lejanos y dislocados”.
Contra la mirada desfavorable hacia lo propio, ellas están demostrando con esta exposición otra cosa. Que “la cultura de Córdoba fue capaz no sólo de generar un arte con marcas vanguardistas sino que sus artistas fueron activos gestores y militantes de ese arte nuevo que con su entusiasmo lograron amplias convocatorias para esa renovación”.
Un faro
“Queremos acentuar una vez más que el Museo Municipal Genaro Pérez fue en la década de 1940 un centro activo donde los jóvenes artistas modernos se nuclearon y propusieron una renovación y democratización de la cultura”, remarcan. Esto se comprende, opinan, porque al cambiar los modos de investigación “se han desplazado ciertas perspectivas tradicionales que enfatizaban su interés en la ‘gran obra de arte’ como espacio autónomo o la figura del artista como ‘creador increado’.
Detenerse en esta obras promovió entonces, “nuevos abordajes de investigación que ponen el énfasis en un conjunto de artistas, en algunos grupos que establecían ciertos programas de acción o defendían ciertas tendencias estéticas, o que consideraban ciertas series de obras en relación con determinados circuitos de difusión y consagración”. Es decir, las obras y los artistas dentro de ciertas redes y contextos en un ámbito particular con problemas específicos, toda una trama que futuros proyectos de investigación deberán continuar desanudando.
Otro beneficio que observan de esta exposición, es “posibilitar puentes entre las indagaciones que se llevan adelante en los equipos de investigación de la Universidad y el trabajo que se desarrolla en el Museo”. Experiencias de intercambio muy interesantes y constructivas, sostienen, “porque permiten poner a prueba las hipótesis iniciales y comunicar los avances parciales de nuestro trabajo”.
Para las autoras fue de vital importancia el apoyo del museo. “La comuna y sus imágenes” es una exposición clave en la historia del arte de Córdoba y la propia historia del museo.
Para ver. La muestra. Colección en acción. Ciclo “Colección en acción”. Organizado por el área de colección del museo Genaro Pérez (General Paz 33) para exhibir su acervo artístico a través de enfoques contemporáneos de exhibición. “La comuna y sus imágenes”, segunda entrega, se puede visitar de martes a domingos de 10 a 20 con entrada gratuita.
“La comuna y sus imágenes” integra el ciclo “Colección en acción” del museo. Se exhiben obras relevantes del arte moderno de Córdoba de la década de 1940.