Catalina Urtubey, de la galería El Gran Vidrio, manifestó su crítica opinión sobre el modo en que se eligió la selección argentina que participa de la feria de arte contemporáneo de Madrid, donde Argentina es el país invitado.
Aquí la transcribimos:
"El envío argentino a ARCOmadrid es poco representativo. Esto no es un problema nuevo ni grave. Es decir, sí es grave pero desde hace tiempo venimos acostumbrados a naturalizar este tipo de fenómenos.
Hay muchos programas “federales” que tienen la inevitable característica de dejarse ser constituidos por pocas voces de inmensa centralidad. Lamentablemente, este caso no es la excepción y la feria de galerías que propone al país Argentina como invitado contará con la asistencia de un 99 por ciento de galerías de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Algunas representan artistas del interior del país que viven en Buenos Aires, también.
Es una lástima para la comunidad argentina y no debiera ser tomado con liviandad, ya que se están destinando muchos recursos y dinero del estado (se podría discutir mucho si es el lugar donde el estado debiera hacer énfasis o al menos cuestionarnos este punto) para llevar adelante este evento que no va a ser más que un recorte caprichoso y cómodo de una escena que, evidentemente, no es tal, ya que los actores “principales” desconocen al que está al lado, literalmente.
El problema, creo, que tiene que ver con quedarse quietos. Admiro profundamente a los curadores, gestores, funcionarios, artistas, críticos que se toman el tiempo de recorrer el país, las producciones y los espacios que no ven todos los días, porque es solamente a partir de esos gestos, de esas inquietudes, que puede llegar a pasar algo realmente diferente, nuevo.
Si los curadores, que son quienes intervienen en estas instancias de selección, hablan sistemáticamente de arte argentino y no tienen en cuenta a las 22 provincias restantes que lo constituyen, es el Estado quien debiera intervenir, al menos, con un sistema de cupo obligatorio".
Desde Rosario
El recorte del panorama de las artes visuales en Argentina propuesto para mostrar (y vender) en la feria internacional ARCOmadrid no solamente encontró voces de rechazo en Córdoba. También en otros puntos del país, artistas y galeristas manifestaron su malestar por la concepción de esta selección.
El artista rosarino Hernán Camoletto también expresó su postura crítica: “La posición geocultural de una región se configura entre lo público y lo privado. Ambos ámbitos contribuyen desde sus intereses y posibilidades a generar un discurso sobre una escena artística determinada”.
“Es claro que tal discurso se compone de una multiplicidad de relatos y nunca es ingenuo ni desinteresado ni despegado de un diseño de política cultural que da cuenta de dónde se hace centro, dónde se pone la mirada, cuál es el recorte y cómo se proyecta lo local hacia lo global. Queda claro (me queda claro a mí, al menos) que en ese vaso de precipitación hay producciones, modos, tiempos que se evaporan, desaparecen, quedan fuera de juego”, afirmó, para concluir en que generalmente se excluye aquello que va a contrapelo de las tendencias globales.
“Es decir –amplió–, lo excluido no lo es por su factura o por su calidad artística sino por alejarse o estar reñido con un escenario que se muestra diverso y heterogéneo pero que en definitiva termina encajando en un plan en que las obras y los artistas no son elementos fundamentales”.
La galerista cordobesa Catalina Urtubey (de El Gran Vidrio) y artista rosarino Hernán Camoletto expresaron sus objeciones.