A paso tranquilo y relajado, de saco oscuro y pantalones claros, Antonio Seguí ingresó este lunes al mediodía al aeropuerto de Pajas Blancas para participar de la inauguración de su nuevo trabajo de “La familia urbana”, Voy volando, la primera erigida en interiores, en el hall de ingreso de la sede aeroportuaria. La actitud apacible del artista cordobés hizo de contraste con la de la escultura antropomórfica, un hombre con sombrero, bufanda y bigotes que corre a toda prisa con su valija en mano, aunque el gesto en su cara lleva la sonrisa del que está pronto a despegar. La figura, bidimensional como es costumbre y de tenues beige, rosa, azul, gris, rojo y negro, es equivalente a El viajero, obra emplazada en la ruta al aeropuerto de Bogotá (Colombia).
“Como generalmente soy muy humilde trato de hablar lo menos posible, porque en general cuando hablo digo enormes tonterías”, bromeó Seguí en el breve acto, antes de cortar la cinta albiazul. También se refirió a una nueva retrospectiva de su trabajo reciente que está preparando, similar a la que presentó en Buenos Aires en 2007 en el Centro Cultural Recoleta. “Espero que sea pronto”, dijo.
Jorge Lukowski, director de relaciones institucionales de Aeropuertos Argentinos 2000, agregó: “Nos parecía importante tener al artista más emblemático cordobés recibiéndonos y despidiéndonos con Voy volando. Seguí nunca nos develó el misterio de si el hombre está apurado porque llega tarde al vuelo o qué va a hacer, lo dejamos libre a lo que cada persona quiera pensar al ver la obra”, sugirió. Y completó: “La obra está emplazada desde el viernes, y ya la gente se la empezó a apropiar, comienzan a admirarla, a sacarse fotos y a llevarse un pedacito de la imagen de esta obra fantástica”.
Así, el hombrecito apurado de Voy volando se suma a una “familia” que ya tiene otros visibles y transitados ejemplares: El hombre urbano de Nudo Vial Mitre, La mujer urbana en Nudo Vial 14 del Cerro de las Rosas y Los niños urbanos en el parque del aeropuerto, estos últimos muy cercanos a la flamante escultura inaugurada ayer. A ellos hay que agregar la asimismo cordobesa El gaucho urbano del valle del Cóndor, en Calamuchita. Todas fueron gestadas en acero pintado.
“Voy a cumplir pronto 83 pero sigo como si tuviera 40. Con el mismo entusiasmo y la poca seriedad de siempre”, decía Seguí en una entrevista reciente a La Voz del Interior, por su última muestra en el Museo Caraffa. Hoy, ya con 83, Seguí sigue fiel a su energía.
Este lunes se inauguró en el aeropuerto Voy volando de Antonio Seguí. La escultura es un nuevo miembro de la serie pública que el artista legó a Córdoba.