Andar y desandar el camino de explorar la imagen a través de la materia que le da cuerpo. A Cristina Macías se la relaciona siempre con los dibujos y pinturas arbóreas, obras intensas por sus composiciones boscosas, que a la vez son fragmentos de naturaleza que ella entrega aireados, con la levedad como principio. Algo que Héctor Navarrete, también artista, inmediatamente relaciona con la poesía china. Sin embargo, Cristina nunca se ha sentido influenciada por el arte oriental.
Desde la semana pasada, la artista da a conocer las exploraciones de los últimos años en la muestra "Camino andando, camino desandando", frase que adoptó para contar su modo de hacer, desandar alguna técnica que estuvo investigando, un ir y venir hasta encontrar aquella manera en la que se siente cómoda.
Cristina acompaña y guía a VOSen un recorrido por esta muestra, que integra esas búsquedas recientes en tintas, calados y collages. "Cuando yo nací había un vivero en mi casa, siempre viví en lugares con mucha vegetación, se ve que eso está metido dentro de mí", cuenta cuando se le pregunta por qué siempre lo floral aparece en sus obras.
Predominan escenas en las que flotan las hojas y hay sólo un árbol en esta muestra. Es la tinta El árbol de Egon, que hizo motivada por las estructuras que guardan estas figuras del artista austríaco Egon Schiele. Otro homenaje es el dibujo en el que versiona los arremolinados cipreses de Vincent Van Gogh.
Todo va a un ritmo de escaladas y movimientos permanentes. No puede quedarse quieta, sabe, aunque los vacíos dan respiro en sus trabajos.
Papeles
La artista dibuja con hilo sobre piezas en las que el fondo está compuesto a partir de trozos de papel hecho a mano (otra de sus atracciones), así produce sus collages. Para conseguir esos papeles, descubrió a una persona que realiza papeles artesanales con base de yuyos serranos, otros se los provee en Traslasierra el molino La Aguada.
Primavera sobre amate, obra que hizo con una corteza de amate que le regalaron, es uno de sus collages posado sobre un dibujo calado. La materia en sí misma tiene su carga y ella aprovecha eso. Trabaja con pigmentos y distintas texturas, además de las tintas, y de la infaltable lapicera blanca en gel con la que se abre paso por el follaje de sus obras. Y si bien no deja de trabajar con el plumín, en esta muestra quería mostrar lo que descubrió en el collage, para lo cual recicló obras suyas anteriores, todo aquello que subyace.
En sus tintas, la línea y la atmósfera silenciosa dialogan. "Hace años trabajaba con tinta negra sobre papel blanco, no quería salir de ese mundo que me parecía fascinante, que no se termina de explorar, fueron muchos años, hasta que de a poco apareció el color, que ahora tampoco puedo dejar", dice.
Con sus calados, la artista comenzó una etapa de investigación en otro tipo de papel, industrial, reciclado, llevando la obra al espacio, con la idea de "producir una doble imagen y que la obra continúe".
Su interés está puesto en las revelaciones del mundo natural: "Siempre he trabajado la naturaleza, sus microclimas, sus momentos. Como cuando la luz entra y transforma todo lo que uno ve, algo que se está produciendo todo el tiempo".
Le gusta hacer tomas fotográficas de plantas aunque reconoce que sabe poco de la técnica ("Cuando veo algo que me vuelve loca quiero capturarlo", dice). Lo que le ofrece el entorno, tanto como los recuerdos, van al cauce de su obra: "Sé que tengo muchas cosas, como la infancia, que me han marcado, recuerdo mi casa con plantas que caían, una ventanita de un sótano que se abría a un jardín, se ve que del inconsciente vuelven, resurgen". "Las tintas de Cristina Macías me recuerdan la fluidez de una vegetación acuática que danza movida por la corriente marina, un bordado hecho por el tiempo y el vacío", escribe Navarrete en el catálogo sobre estas obras que certeramente denomina paisajes íntimos, donde "todo flota en el aire como a punto de diluirse".
Para ver. Camino andando, camino desandando". La muestra de Cristina Macías se exhibe en la galería de arte Marchiaro (Belgrano 609) hasta el 17 de octubre, de lunes a viernes de 10 a 13 y de 16.30 a 20.30, y los sábados de 10 a 13. Entrada gratuita.
Cristina Macías exhibe en la galería de arte Marchiaro la muestra "Camino andando, camino desandando", que reúne trabajos en los que explora el mundo de las flores y plantas, en tintas, calados y collages.