El entusiasmo de José Luis Lorenzo por la fotografía absorbe un espacio cada vez mayor entre sus adquisiciones. Y esa pasión y el estudio que la acompaña es lo que va revelando el conjunto de su colección. La cuestión es "empezar a buscar en la historia, de dónde vienen estas fotografías", afirma. Una parte de lo que atesora su alma inquieta, que ha llegado al punto de necesitar un espacio (el que abrirá este año en la avenida Colón), es el que exhibe actualmente en el Museo Evita-Palacio Ferreyra (Yrigoyen 511).
Hasta el 24 inclusive, en las salas del subsuelo, una selección del acervo fotográfico de Lorenzo abona el Programa Colecciones que el museo comenzó en 2011. Es la segunda vez que el arquitecto y coleccionista comparte su obras con el público, en este caso, exponiendo sólo fotografía, unas 80 piezas. Conviven, como en un vaivén que va y viene por un siglo de historia de la fotografía, obras de comienzos del siglo 20 (incluso algunas rarezas de fines del 19), algunos de los máximos exponentes del arte contemporáneo argentino, y otros autores como el español Joan Fontcuberta, entre otros artistas favoritos del exterior que atrapan su mirada cuando Lorenzo emprende algún viaje.
Hay obras vintage (originales antiguos), copias adquiridas en los estudios de los propios artistas o sus descendientes, y piezas actuales únicas o de series de baja tirada.
Córdoba, punto de partida
Que la colección sea local es algo que queda clarísimo en la primera imagen de la muestra: una foto de la Catedral, de autor desconocido y fecha imprecisa (entre 1880 y 1900). La primera sala, sobre las ausencias y las presencias, señala el perfil de la muestra: los tiempos se mezclan, y la impronta del blanco y negro en cualquier época se impone, incluso en la monocromía del color. "Estos registros me atraen mucho, hay algo en mí que va hacia allí", reflexiona Lorenzo.
Obras de Gabriel Valansy, Rosalba Mirabella, Hugo Aveta, Martín Chambi, Horacio Cóppola, RES, y Susana Pérez dan la bienvenida. La muestra sigue en dos secciones más, con los caminos más actuales de la fotografía junto a exponentes de sus comienzos.
Valansi y Nicola Costantino reaparecen en cada tramo. Los artistas que Lorenzó empezó a seguir en Córdoba, como Anselmo Pérez, Adriana Bustos, Ananké Asseff, Nuna Mangiante, Maneul Pascual, RES, y Hugo Aveta, entre otros, atraviesan esta colección. La obra de Aveta (que por estos días exhibe la Next Level Galerie de París), Ritmos primarios, la subversión del alma, conmueve al final, detrás de un telón negro, justo al lado de un antiguo aparato para mirar fotografías y un álbum. Pasado y presente.
Los retratos y paisajes del Cuzco de Martín Chambi, en diálogo con las imágenes de otro peruano, Juan Manuel Figueroa Aznar, dan cuenta de dos fotógrafos provenientes de castas diferentes, señala Lorenzo. Esta fascinación más reciente del coleccionista se ve coronada por el pequeño retrato de 1912 del gran August Sander.
Después de los mares de Hiroshi Sugimoto y las olas de Grete Stern, hay lugar para Sophie Calle y su obra intervenida en el Bronx neoyorkino, la amiga de Nina Goldin sorprendida en el taxi. Y más imágenes con mucha historia detrás.
"Colección de fotografía de José Luis Lorenzo"
Museo Evita- Palacio Ferreyra (Yrigoyen 511). Hasta el 24 de marzo inclusive se puede viistar la muestra. De martes a domingo, y feriados, de 10 a 20. Entrada: $ 15 ($20 en combinación con Museo Caraffa). Miércoles gratis.
La muestra de la colección de José Luis Lorenzo en el Museo Evita-Palacio Ferreyra es un viaje por imágenes que atraviesan un siglo, donde el protagonismo lo tienen el blanco y negro, y los relatos que éstas guardan. Hasta el 24.