Una habitación como punto de partida, “un espacio de libertad donde poder expresarse y tener un silencio propio” fue la idea que la artista Marcela Argañaraz pensó, inspirada en Un cuarto propio de Virginia Woolf, para armar la exposición de “Siete artistas, siete disciplinas”, que ella integra y que se puede visitar hasta el 17 en el Chateau CAC.
Susana Lescano, una de las convocadas, instaló una versión actualizada de su obra El banquete, de 2003, y en esta nueva propuesta incluye dibujos que hace día a día. “Es un homenaje a Chicha Ferrer, la primera escultora de Córdoba”, cuenta la artista en una visita para el público. Susana conoció a Clara Ferrer y quiso hacerla presente en esta obra que mucho tiene que ver con un taller de escultura. Pidió prestado a los albañiles que arreglaban el taller propio un andamio para esta obra que “tiene mucho de biográfico, porque es como una casa que se está cayendo, una especie de descalabro”. En esta nueva vida de El banquete, los dibujos muestran cómo “todo vuela para volver a acomodarse, los papeles se van encimando y destapan algo”, afirma.
“La obra convoca al espectador a un recorrido de cada fragmento, de cada objeto como parte de un todo; y reconstruye, a través de asociaciones, aquellos elementos propios de un hacer, de un oficio”, escribe por su parte Argañaraz en el catálogo.
Concepción Ordónez contó en la rueda de visitas que deseaba volver a la figuración, a una imagen suya de niña, de sus ojos, su rostro. Para después “ir desfigurando a esa niña, que desde obras anteriores viene transmutando”. En esta muestra el cambio es notable, al punto de haberse convertido en una larva. Su Larvario, escribe Argañaraz, son “pinturas de paleta expresionista y fuerte gestualidad”, un “visceral recorrido de texturas, rugosidades y superposición de colores”, una pintura hecha de “trazos y huellas, acentuando lo disonante y lo infrecuente, para mostrar lo que está más allá de toda forma reconocible”.
Próximas muestras. Juan Pagano, a cargo del Chateau CAC, adelanta que seguirá una muestra de acuarelistas, con curaduría de José Utrera; otra muestra curada por el artista Ramiro Vázquez, y luego, una exposición de autorretratos, coordinada por Alejandro Dávila.
Los mantos de Amelia Tarditti, Mitos textiles, abandonan en esta presentación la idea de “arte portante” y se exhiben directamente sobre las paredes, dentro de cajas. En su relato, la artista detalla el origen de estas obras, con las que viene trazando un mapa textil ancestral cuyas técnicas se remontan a culturas preincaicas. Uno de estos tapices es el árbol de la vida, que trabajó con gasas, “una de las técnicas de telar más valoradas, la más compleja”, describe.
Belén Sonnet presenta los dibujos de Antes de que caiga el sol, entramados de tintas sobre fondo de color que “conducen hacia el interior de jardines tupidos, de exuberantes follajes: mágics, sombríos y cargados de texturas, tramas y grises”, describe Marcela Argañaraz. “Hay un tinte real y a la vez fantástico que tiene que ver fuertemente con lo natural, que yo veo como el motivo generador de lo irreal”, explica la joven artista.
Guerreras y guardianas es la serie de las cerámicas de Argañaraz, la artista convocante. Ella las describe como “guerreras del presente”, aunque también aluden a tiempos remotos. Están construidas a partir de cerámica modelada con incrustaciones de hierro; alambres, tachuelas, clavos, “todos ellos como elementos constitutivos de formas simplificadas y estilizadas”. Para Argañaraz, sus mujeres guerreras son “símbolo de voluntad, fortaleza y dominio”.
En la muestra también participan Alejandra Escribano, con grabado, y Violeta Lemme, con orfebrería y pequeñas esculturas de bronce.
Escribano presenta los grabados de Migraciones, delicados gofrados de texturas diversas e imágenes cargadas de simbologías. Y Lemme, las obras de La insustentable levedad, joyas hechas en plata con cadenas de tejido metálico y diseños minimalistas y abstractos. Otras piezas de la escultora son diminutas “siluetas en movimiento, flujos de formas humanas: danzantes, amantes, caminantes”. Parecen, indica Argañaraz, “equilibristas que desafían la gravedad, frágiles y móviles”.
La muestra.“Siete artistas, siete disciplinas”. La primera muestra del año del Chateau CAC (avenida Cárcano 1750) se puede visitar hasta el 17 de este mes, de martes a domingos de 10 a 20. Entrada general: 15 pesos; miércoles gratis.
El Chateau CAC presenta una exposición que tiene curaduría de Marcela Argañaraz, quien presenta su obra acompañada por Susana Lescano, Violeta Lemme, Alejandra Escribano, Amelia Tarditti, Concpeción Ordóñez y Belén Sonnet.