El alimento es la materia fundamental de sus performances. Sin embargo, ella propone que seamos "incomibles". Le gusta esa palabra, dice. Eli Ferrari es rosarina. Estudió arte en la Universidad Nacional de Córdoba y actualmente vive en Cosquín después de casi una década de residencia en España.
Mañana jueves a las 22, en Hipo (Belgrano 1023) presentará en el ciclo de performance "Presente continuo" su obra Carnada, una acción en la que se relacionará con el público a través de cañas de pescar: cada una tendrá una palabra. Por ejemplo, éxito. "La gente va a elegir con qué me quiere pescar", adelanta la artista.
Eli hace eat art, arte del alimento, arte comestible, que a partir de la alimentación, la relación arte-gastronomía y la estética culinaria, tiene en cuenta, sostiene, "el carácter simbólico, ritual o comunicativo de lo que comemos". En su obra, la comida es tema, concepto, y materia misma de la obra.
A Eli no le gusta llamar público o espectador a quien participa de sus performances. Son "copartícipes", aclara. "La comida es uno de los mejores momentos de socialización, la favorece", entiende. "A veces la comida es una excusa, es un encuentro en el que se producen lazos invisibles", agrega. Al igual que cuando se invita a alguien a tomar un café, o mate.
Crítica del arte relacional, quiere ir más allá: "Veo a la participación grupal desde el punto de vista político: mover las relaciones que se dan entre los estratos de artistas y los presentes". Ante el triunfo del individualismo, propone la socialización. ¿Será por eso que su acción comenzará desde un otro?
Las obras de Eli son abiertas y directas: "Muchas veces la performance se toca directamente con lo instintivo y natural. Es una manifestación humana que existió siempre, después la institución arte la denomina como tal. Quizá muchas personas lo hacen fuera del arte sin llamarlo performance".
En su estadía en España (tres años en Cataluña y seis en Andalucía), Eli conoció artistas y participó de numerosos festivales. También en otros países y ciudades argentinas, incluso en Córdoba, ha tenido una intensa actividad en los encuentros y residencias de performance. Expuso también en Venezuela, Colombia, Brasil, e Indonesia.
Le pareció raro no encontrar tanta performance al llegar a España en 2005, cuando ella había empezado aquí, en el 2000, con acciones en la Universidad. En 2004 egresó de la licenciatura en pintura en la UNC, y aprovechó para hacer su tesis participando de una muestra de Lili Tezner en la galería Espaciocentro, con una acción instalación con mesas en la peatonal de la 9 de Julio. Por esa época ya era un boom en esta ciudad la gastronomía y las escuelas de cocina. "Para mí fue siempre una pasión cocinar, cuando tenía seis años me ponía a experimentar durante la siesta", cuenta.
Chocolate
En Bodegón (Regreso al xenion), que presentó en "Réquiem para el Cabaret Voltaire", en junio del año pasado en Bataclana, se vinculó con la pintura: "Los señores griegos agasajaban a los huéspedes con una bandeja de frutas real, que después se reemplazó por una reproducción pictórica que ya no podían comer. Con mi obra quise regresar al origen de la bandeja real; le agregué la fondue de chocolate para hacerla más actual", recuerda Eli.
"Hago muchas cosas con chocolate, es una materia que por conservación se presta a trabajar más", explica. En otro encuentro de performance (Campo de Cruces, 2014), hizo un relevamiento de huellas en el pasaje Santa Catalina con chocolate líquido, que al enfriarse lograba los relieves de la ciudad, que después se comieron todos los presentes.
El año pasado, en el ciclo "Aún sin título", de Soledad Sánchez Goldar (en Documenta Escénicas), puso en acto Fusión: la ingestión venía tanto de su parte como de los presentes: "Quien iba podía llevar comida que yo luego ingería; llevé en mi cuerpo la comida de los participantes, eso me interesa proyectar para este año, una serie de instalaciones comestibles, ocupar más el espacio de manera efímera". Está desarrollando estas piezas con un ingeniero en alimentación. Como el chocolate, quiere usar sales y azúcar, otros materiales creativos. La idea es que la gente se lleve la obra a su casa, dentro de su cuerpo", concluye.
Eli Ferrari presentará "Carnada", una performance para la cual invita a las personas a que sean partícipes de su obra. Este jueves a las 22 en Hipo, Güemes.