Un adiós a medias. Rojo se va pero no del todo. El espacio expositivo de la productora de arte que comenzó en septiembre de 2012 en los pasillos del Nuevo Pasaje Muñoz (9 de Julio 40) y que fue ganando cada vez más espacios interiores comienza a despedirse este jueves a las 19.30 con la presentación de nueve exposiciones individuales que concentrarán más de 100 obras (ubicadas en dos pisos y en la lucera del centro comercial). Habrá esculturas, video-performances, instalaciones, pinturas, collages y fotografías.
“Es querer innovar”, afirma Natalia Mónaco, directora de Rojo, quien junto a la curadora Marcela López Sastre sostuvo ocho entregas difundiendo la obra de más de 70 artistas. Justamente la obra de este numeroso grupo quedará documentada en un libro que Rojo editará este año, para dar comienzo a la nueva etapa de la productora de arte en su faz editorial, documental, que se reforzará a partir de ahora.
La cualidad evanescente de una exposición, que acumula una fuerte dosis de trabajo y recursos económicos de varias personas además del artista, es lo que Rojo quiere preservar como material documental a partir de registros, entrevistas en papel y video. Y un gran archivo fotográfico.
“Este cambio de rumbo surge desde la necesidad de una lectura del arte desde el relato de los actores que están construyendo el presente”, afirman Mónaco y López Sastre. “Rojo deja su espacio físico para volverse una plataforma teórica que fortalezca la investigación, la conceptualización y la producción de registros que permitan pensar el arte actual”, enfatizan.
Como sus antecesores, y a su modo (estético incluso), Rojo tomó espacios comunes del Nuevo Pasaje Muñoz, que había sido cedido para que funcionara como galería de arte por la familia Torres, valora Natalia Mónaco. Conocía a la familia por su padre, quien en la década de 1970 creó en el mismo lugar el espacio Selene. La galería comercial sería a partir de allí, hacia el nuevo milenio, sede de las galerías de arte Granillo Ocampo y luego Corazón Cordobés. “Finalmente Rojo retomaba esta posibilidad a modo de experimentación”, sostienen a modo de cierre.
La retirada de Rojo dará lugar, para el próximo año, a una nueva gestión que aprovechará su legado material simbólico, a cargo de Gabriela Barrionuevo con su proyecto “Nodo 940”.
Nuevos paisajes nuevos
Con algo de saudade empezó esta semana el montaje de la exposición en tamaño expandido, que se podrá recorrer desde mañana. En el primer piso, el recorrido comenzará con la muestra “Fragmentos y ficciones”, de la joven artista Sofía Culzoni, nacida en Rafaela (Santa Fe) y formada en Córdoba.
El segundo piso recibirá el mayor porcentaje de esta presentación despedida de Rojo: se exhibirá otra individual de un joven artista, Martín Ciciliani, denominada “La voz del jefe”. Ésta exposición y la muestra de Culzoni tienen curaduría de López Sastre, quien se propuso dar cuenta de un nuevo concepto de paisaje “que definitivamente no se vincula ya al romanticismo natural del paisaje preindustrial”. “Las formas orgánicas han dejado paso a las formas geométricas y nuestros panoramas ya son naturalmente artificiales”, reflexiona López Sastre.
En el segundo piso, la Oficina 19 de Rojo alojará en cadena cinco individuales en las que una de las curadoras invitadas, Patricia Rizzo, presentará a la rosarina Fabiana Imola con “Plateado sobre plateado”; Maja Lascano (cordobesa que vive en Buenos Aires) y su “Afrodita”; la uruguaya residente en Buenos Aires Ariadna Pastorini, quien trae su obra “Dónde esconderme”; y otros dos artistas porteños, Darío Aguilar con “Días de silencio” y Juan Coll
Benegas y su muestra “Acuáticas”
En estos cinco espacios propios, los artistas interactúan cada cual con su discurso y planteo, señala Rizzo, al elegir “producciones muy disímiles” de artistas de generación intermedia. “Los sofisticados objetos de acero en Imola, la indagación de las aristas de la femineidad en Lascano, la mórbida instalación de Pastorini, los paisajes improbables de Darío Aguilar, y las sensuales composiciones de Coll Benegas muestran una diversidad tanto en materiales como en formas de producción”, explica Patricia Rizzo.
Homenaje en la Lucera
Finalmente, se exhibirá Crisálida, una instalación de seis metros que atraviesa todos los niveles desde la lucera, obra de Gabriela Barrionuevo a la que se suman dibujos de Claudio Cassia. La instalación, con curaduría de Charo Cosse, intercala planos geométricos con texturas sensibles, y es un homenaje a la obra del recordado escultor Miguel Sahade.
Rojo abre al público este jueves su última propuesta expositiva, con obras de nueve artistas de distintas ciudades. La productora de arte no presentará más muestras, pero seguirá con nuevas ideas, como la edición y la documentación.