“Me gusta la escultura que no esconde el material con la que ha sido realizada, su ascetismo, y cómo el artista capitalizó el material de desecho”, destacó Jorge Torres, director del Museo Caraffa, apenas terminaban de anunciarse los premios del cuarto Salón de Escultura Patio Olmos. Con sus palabras, Torres se refería a Transfigura, obra de Martín Viecens que obtuvo el primer premio del concurso, que coorganizó el museo, dotado de $ 25 mil.
Sin peperina ni tomates, de Noé Colombo Cuenca, ganó el segundo premio ($ 20 mil). En tanto Gabriela Acha se quedó con el tercer premio ($ 15 mil) por su obra Vegetalia/Taxidermia.
El jurado, que estuvo integrado por el crítico y curador porteño Rodrigo Alonso, y los artistas Luis Wells (Buenos Aires) y Juan Longhini (Córdoba), también decidió otorgar tres menciones: la primera fue para No todo viento es poesía, de Damián Linossi; la segunda recayó sobre la obra Elegí vos, de Nadine Madelon; y la tercera fue para Archivos, de Paula Páez.
“Nos enorgullece ser un motor de la escultura”, dijo Fernando Ostorero, de Patio Olmos, y agregó que el salón es una referencia del nivel que hay en Córdoba.
Con la entrega de los premios y menciones, quedó inaugurada la muestra del salón, una selección de 25 obras de artistas cordobeses, en la que figuran, además de los distinguidos, Alejandro Bovo Theiler, Ángel Pacheco, Ángel Hiyakawa, Conrado Agustín Ferreyra, Morel Vulliez, Diego Galíndez, Ernesto Ochoa, Federico Rübenacker, Francisco Javier Molina, Gabriel Alarcón, Inés Pereira, Jessica Nadina Villafañe, Jorge Pablo Luna, Mariano Barrera, Milena Correa, Natacha Spadea, Nicolás Monsu Castiñeira, Nicolás Machado, Santiago Lena y Sara Fernández.
Además, el Caraffa inauguró “Mano a mano”, la muestra con obras conjuntas de Carlos Alonso y Guillermo Roux que trajo la galería Ro de Buenos Aires; y las muestras individuales de Rosa González, Martín Kovensky, Alfredo Echevarrieta y Fernando Oliva.
La puerta transfigurada
Martín Viecens, autor de Transfigura, nació en Villa Mercedes (San Luis). Estudió diseño industrial en la Universidad Nacional de Córdoba, es artista y también fabricante de muebles. En octubre expuso en el Museo del Louvre de París, durante la feria Art Shopping, y sus trabajos se exhiben en Bruselas y en Londres.
“A esta obra la hice a partir de una puerta”, cuenta el artista. La escultura forma parte de una serie en proceso en la que investiga nuevas posibilidades a partir de piezas acumuladas. “Esta puerta estaba abandonada en el lugar donde tengo mi taller Raval de San Vicente, allí experimento con objetos”, agrega.
El escultor, quien se formó con Tulio Romano, Marcos Acosta, Norberto Pagano y Dante Montich, y desde 2013 con el curador Daniel Fischer en el programa Art Boomerang, trabajó cinco años en Barcelona en construcción y diseño de stands, escenografías y montajes efímeros.
“Experimento modos de ensamble, e indago en sus posibilidades de crecimiento y las múltiples configuraciones de piezas que dialogan entre la mesura y el arrojo, entre lo utilitario y lo potencial”, afirma Viecens en su declaración de artista.
Casita acolchonada
Sin peperina ni tomates, la obra premiada de Noé Colombo Cuenca, se remonta a lo que el artista vivió con la inundación del último verano en Agua de Oro, cuando fue testigo de cómo el colchón era lo único que le quedaba a mucha gente después de la crecida.
Más allá de la formación en la Facultad de Arte de la UNC, Noé viene de trabajar con Noel de Cándido (“como una escuela fuera de la escuela”, dice), con quien realizó una obra en la última edición del festival Chatarra en el Palacio Dionisi (la dupla fue invitada a otra edición del evento en Almafuerte).
Con “los colchones que estaban por todos lados”, Noé hizo una serie de casitas. La obra premiada es una de éstas, e incluso tiene la coloración que le dejó el agua del río, y una terminación de pintura para muros. Más allá de su obra, sigue trabajando con otras personas a quienes el río les llevó la casa, como la gente de Villa Urquiza, afectada por el Suquía. En medio de la euforia y alegría por los premios, Noé advierte que su “estética es resultado de una circunstancia”.
Plantas conservadas
Gabriela Acha, quien obtuvo el tercer premio, comparte el proceso detrás de Vegetalia/Taxidermia: cura con capas de resina unas plantas llamadas “crasas”, imitando el proceso natural de las estalactitas. “Mi obra hace referencia a los gabinetes de curiosidades que son los antecedentes de los museos”, revela. Sobre una sola planta arma conglomerados. “Son piezas sumamente frágiles”, afirma, asumiendo en el hacer de su obra una idea es conservación.
Se conocieron las distinciones de la cuarta edición del Salón de Escultura que Patio Olmos organizó junto con el Museo Caraffa. Martín Viecens recibió el primero premio; Noé Colombo, el segundo; y Gabriela Acha, el tercero. Además, hubo tres menciones.