Una reserva de arte mantiene la ciudad en pleno verano, en sus museos y espacios como el Cabildo Histórico (Independencia 30), que hasta febrero exhibe cinco muestras que se pueden visitar de lunes a viernes de 10 a 18, con entrada gratuita.
Con la última Noche de los Museos, el pasado 21 de noviembre, inauguraron las muestras individuales de Ana Gómez, Ernesto Ochoa, Horacio Aromando y Paola Spaletti, y también el proyecto grupal “Lo que se ve y lo que no se ve”, con curaduría de Lucas Despósito.
En la planta alta, Ana Gómez expone Deshabitarse. Son pinturas y objetos en los que los muros definen espacios “donde se reflejan nuestros recuerdos y en ocasiones, también nuestros anhelos”, afirma la artista. Son retratos de casas que han dejado de ser hogares.
Ana crea un lugar “que contenga un espejo en donde poder mirarnos sin corazas”, un sitio en el que las “palabras necesitan un refugio”. “La sospecha de que el hogar muchas veces no es un mero espacio físico” es lo que guía esta serie. La artista afirma que los diversos elementos de la muestra están unidos por una idea común, “que una sola imagen las puede condensar”. “Sólo basta detenerse por unos minutos y observar”, advierte al espectador sobre su proyecto, seleccionado en la segunda convocatoria de Trabajos Finales organizado por la Facultad de Artes de la UNC junto a la Secretaria de Cultura municipal.
Aparente quietud
Ernesto Ochoa es el autor de “Reposicionamiento-Derivaciones”, una muestra de dibujo y objetos que el artista de Colonia Tirolesa trabaja desde hace varios años. A Ernesto le interesan cuestiones como el flujo imparable y el movimiento imperceptible detrás de la aparente quietud. “En el acto de mirar y observar se activan los magnetismos, las preferencias y oposiciones, y la mente solita empieza a dibujar, aunque después en la práctica no sale igual... afortunadamente”, afirma el artista.
“Uno está flotando con un cierto rumbo, sin embargo está a la deriva”, reflexiona. Considera que “hay aspectos en los que no se puede tener absoluto control”: “El ejercicio de revisar lo que ya se hizo, repensar las opciones gráficas, y la dinámica de trabajo, también activan, o dan lugar a otras posibilidades”, explica.
Las obras que exhibe, anuncia el artista, “se presentan tal cual” porque un proceso no termina definitivamente y a continuación o aparte empieza otro. “Como las aguas, los pensamientos se mezclan”, piensa Ernesto.
La productora Oh, Sr Creador dio origen a la muestra de Horacio Aromando, “Encontrados”, una obra marcada por una mirada urbana, que supone “una invitación a encontrarse sin previo aviso en cualquier lugar; inmortalizando los tiempos efímeros, propios de la era que vivimos”. Oh, Sr Creador es una joven productora artística que reúne “a tres dogmáticos de la aventura” (un arquitecto, un técnico en sonido y un músico), que apuestan a las producciones que resalten la movilidad y mutabilidad del mundo.
Una montaña de arena que cubre por completo una pila de chinelas, instalación de Paola Spaletti que forma parte de su proyecto Impermanente, dialoga, como en espejo, con su propia imagen fotografiada. “Paso infinito, lleno de momentos finitos”, escribe la artista, desanudando la imagen que construye, a la que considera una “cornisa entre la realidad y la ficción”.
Además, la Recova del Cabildo exhibe el proyecto del curador Lucas Despósito, “Lo que se ve y lo que no se ve”, que incluye dibujos, muros intervenidos, instalaciones y objetos de los artistas Cecilia Jausoro, Mariana Ramírez, Gisella Scotta, Agustina Morón, Eugenia González Mussano, Belkys Scolamieri y Magdalena Primo. Obras que giran en torno de los efectos de un acto, una costumbre, una institución o una ley, y que tienen en cuenta sus resultados visibles, pero también, y fundamentalmente, los invisibles, posteriores y previsibles.
Cinco exposiciones se pueden recorrer durante este verano en el centro cultural de la ciudad de Córdoba. Con entrada gratuita.