El 18 de septiembre de 2006 desapareció Jorge Julio López, testigo clave en los primeros juicios por crímenes de lesa humanidad que comenzaban después de la derogación de las leyes del perdón. Inmediatamente, “¿dónde está Julio López?” se transformó en una pregunta aterrorizada también para el arte.
A ocho años de su ausencia, el desaparecido de la democracia es recordado a través de dos propuestas artísticas: Apareciendo a López, de Gabriel Orge, una intervención en el muro de un edificio de barrio Cofico, en la esquina de Bedoya y Roque Sáenz Peña, que se realizará este jueves entre las 19.30 y 20.30.
Además, con curaduría de Aníbal Buede, Iván Ferreyra presentará este miércoles Una pregunta brutal, instalación y obra en proceso que se verá en el Museo Genaro Pérez (General Paz 33). En el texto curatorial, queda claro que el 18 de septiembre no es una efeméride. “¿Quién está obligado a recordar. Una pregunta brutal”, se destaca allí sobre esta obra que se describe como “un registro de memoria artística”.
Un deseo
Desde la fotografía artística, Gabriel Orge reflexiona sobre Apareciendo a López: “El recurso de la ‘aparición’ refleja la expresión de un deseo, que aparezca Julio López y que aparezcan todos los que tienen que aparecer, sus presencias están latentes en nuestro recuerdo, en nuestra memoria y son parte activa de la lucha social”, sostiene el artista en diálogo con VOS. Y añade: “La ‘imagen latente’ es un concepto de la fotografía analógica, la imagen capturada en el negativo se va a materializar en el revelado, hay un tiempo intermedio, una especie de vigilia que tiene que ver con la espera y la materialización del deseo”.
La intervención de mañana será una proyección que transitará entre dos gestos. Adelanta Orge: “Hay dos gestos de Julio López captados por la fotógrafa Helen Zout: la imagen muy conocida donde López cierra los ojos, y otra foto donde él mira a cámara. En la proyección, un gesto le da paso al otro, hay un movimiento, una acción mínima y trascendental. Además hay otra transición: la proyección comienza con las últimas luces del día, y a medida que la luz disminuye su intensidad, comienza a emerger con mayor presencia la imagen de López sobre la medianera”
–¿En qué punto el arte puede intervenir como lugar de la memoria? ¿Cuál es tu interés como artista y ciudadano?
–El arte en cierta medida refleja el espíritu de su época, de manera más o menos directa reflexiona sobre su tiempo. Más allá del mercado, el arte debería cumplir una función social, que en algunos casos tendrá que ver con la memoria, con la posibilidad de sensibilizar al ciudadano para generar sentimiento y pensamiento. Esto es un ideal ambicioso que no siempre es posible. Lo que creo que no debemos olvidar es que el arte no es espectáculo.
Pregunta
Una pregunta brutal, de Iván Ferreyra, es una muestra con piezas y objetos instalados, por un lado, e incluye la escritura de poesía y relatos sobre pared relacionados con la desaparición de Julio López. Esta obra comenzó días atrás con encuentros entre el artista, el curador y personas relacionadas con la escena cultural cordobesa en el mismo espacio del montaje, actividades registradas en video, fotografías y crónicas.
Iván Ferreyra es escritor, autor de las novelas El resentimiento y Bambi, y de los libros de poesías Llueve, Raro y La ciudad de los niños perdidos.
La intervención Apareciendo a López se realizará el jueves 18 de septiembre desde las 19.30 en la esquina de Bedoya y Roque Sáenz Peña, en el barrio Cofico de la ciudad de Córdoba.
Dos artistas recuerdan al testigo de crímenes de lesa humanidad a ocho años de su desaparición, en plena democracia. Gabriel Orge presenta Apareciendo a López. En el museo Genaro Pérez, Iván Ferreyra mostrará Una pregunta brutal.