Una poesía en la que se mezclan los deseos y los miedos, enredando temores propios y ajenos, es el origen que Nina Kovensky (1993) le asigna a “Realidad disminuida”, la muestra y el conjunto de acciones con las que tomará por asalto el stand de El Gran Vidrio en la nueva edición de arteBa.
“Esta muestra es el resultado de algunas reflexiones que me surgieron a partir de una poesía que escribí y expuse el año pasado –cuenta–. Se llama Deseo Para No Temer, y allí recolecté ejemplos de miedos o paranoias mías y de mis amigos de Facebook, haciendo una larga lista. Pero la conjugué como si los estuviera deseando (‘Que me pase esto, que me pase lo otro’). Creo que el deseo y el miedo son dos caras de la misma moneda. No digo que le temamos exactamente a lo mismo que deseamos, pero algo de eso hay. O eso es lo que sospecho”.
La galería cordobesa vuelve este año al Barrio Joven de la feria internacional de arte contemporáneo, que se extenderá hasta el domingo. La decisión fue jugar un pleno a Nina Kovensky, artista que combina una energía bastante salvaje con intuiciones precisas y una atención permanente al contexto.
“Para mí siempre las muestras son espacios para reflexionar sobre el contexto –explica por mail, robándole una hora al sueño antes de correr hacia el montaje– . Y el contexto es siempre el ámbito ideal para reflexionar acerca de política, de qué hacer, qué estamos haciendo. No tengo un plan para todo esto, ni para mí misma. Pero puedo decir que tengo siempre imaginariamente un espacio en donde dialogo con un ‘todos’, y ese espacio es el que habito como Sala. Y que lo llevo a todos lados, a las marchas, a los cumpleaños y a los trabajos. Las conclusiones sobre el contexto siempre van a estar teñidas por los ojos de quien mira. Se las dejo al público y a mis pares”.
Sin aumento
“Realidad disminuida” busca tensarse con conceptos como el de realidad aumentada, y alude también en tono crítico a la proliferación de dispositivos que utilizamos para, supuestamente, incrementar nuestra experiencia.
“Pareciera que siempre existirá una nueva máquina ‘necesaria’ para el hogar. Los electrodomésticos son increíbles, pero me parece un gran chiste que le pongan el nombre de ‘realidad aumentada’ precisamente a la tecnología que no te deja ver lo que hay alrededor. Quise jugar con esa dialéctica. Reflexionar acerca de lo que No Estamos Viendo a pesar de que andamos 24 horas con el celular prendido enchufados a alguna red de Internet y compartiendo selfies”.
“Por otro lado está la TV –añade Nina–, gran canal de comunicación que muchas veces se confunde con la realidad. Los aparatos y dispositivos con los que registramos amplían realmente nuestra capacidad de revisar acontecimientos. Pero lo que se suele consumir son productos fabricados por medios, con intereses muy puntuales por detrás”.
Cámaras de vigilancia con espejos, que simulan registrar lo que sucede en el stand, son parte de esta “Realidad disminuida”. Explica la artista: “Alguna vez me dijeron ‘no te persigas, que te encuentran’. Ando mucho en la calle, manejarse ahí siempre implica que no sabés lo que te puede pasar. Mucha gente en circunstancias distintas y simultáneas en un espacio en común. Lo desconocido. Adentro de nuestros hogares, en la intimidad y en soledad pasan otras cosas. O no. Quise combinar un objeto de uso social, símbolo de ‘protección’, con un material de uso íntimo e introspectivo como lo es un espejo”.
“Para mí las cámaras de vigilancia abundan por la necesidad de que un otro nos mire. Vengo un poco mal formateada con The Truman Show y Gran Hermano... De alguna manera pienso que no es solo persecución o paranoia, sino que en algún punto también hay ganas de que otro mire, quizás la búsqueda de un soberano, o un testigo”.
La artista nació en Buenos Aires en 1993. Desde 2013 vivió un tiempo entre la ciudad de Córdoba y La Cumbre, donde reside su padre, el reconocido dibujante Martín Kovensky. En 2016, ambos realizaron en El Gran Vidrio una muestra a cuatro manos titulada "Equilibrio inestable". En ese momento, Kovensky padre hablaba así de su hija: "Ella cumple con esa actitud de brujo que debe tener el artista que hace lo que no sabe como si supiera, pero además tiene una sensibilidad muy particular... Tiene también el desparpajo, diría inclusive cariñosamente la desprolijidad propia de la época inquietante, decadente y asustadoramente cambiante que estamos viviendo hoy".
Hacer lugar
En arteBa también se verá un conjunto de fotografías que revelan el movimiento circular de un spinner, el “juguete terapéutico” que tuvo un gran protagonismo en su muestra anterior, denominada “Klapaucius”, en la que involucró a 141 curadores. "En realidad lo que hice fue un listado de las personas que me han aconsejado e influenciado con algun tipo de feed back para que llegue a hacer las obras, muestras y también a ser lo que soy. Intenté hacer una recopilación de todas las personas con las que dialogo en mi cabeza a la hora de producir", cuenta.
Los días de feria serán asimismo la ocasión para hacer lugar y multiplicar. Nina abrió el juego a otros artistas y los convidó a usar el stand. Para ayer estaba previsto El show del escándalo nacional, una performance de María Aguirregomezcorta, Enzo Piantanida y Fullken Martín Grondona que propone la parodia “de un país que maquilla su decadencia con el espectáculo de su propia miseria”. Este jueves a las 19.15, junto a Clara Esborraz tendrá lugar Customiza tu destino: ambas artistas ofrecerán un servicio de lectura de las líneas de la mano, superpuestas con las del vidrio roto de la pantalla de un celular. Para el sábado está programado El Santo Team, con poesía y rap a cargo de la crew que improvisará a partir de lo que esté sucediendo en el entorno.
El trabajo en colaboración es una veta que surge naturalmente en sus propuestas. “No siento que las personas sumen, sino que multiplican –recalcula Nina–. Cuando se incorpora alguien nuevo es como una conversación que muta y tiene que volver a plantearse. Pero no somos números. No me concibo dentro de ninguna línea. Voy armándome de familiares, amigos y colegas con los que me siento a gusto para expresarme, y cada vez se va haciendo más grande. No estoy haciendo una carrera sino un camino que se va llenando cada vez de más coincidencias que indicaciones. Yo no uso el Gps, soy más bien de la brújula, de la intuición y de guiarme por mi olfato. En cuanto a lo relacional, casi escribo ‘realcional’. Intento rodearme de las personas que aprecio y admiro, quienes están cerca mío, y me escuchan. Y también estar abierta a conocer gente nueva, si no viviría en una burbuja. A veces siento que un poco es así, pero es una burbuja que se pincha y se pincha...”.
De feria. El Gran Vidrio es la única galería cordobesa que se presenta en la nueva edición de arteBa. “Realidad disminuida”, de Nina Kovensky, puede verse en el stand BJ1 de Barrio Joven, el segmento de la feria para espacios independientes y galerías emergentes. Hasta el domingo, en La Rural de la ciudad de Buenos Aires.
Nina Kovensky desembarca en arteBa junto a la galería cordobesa El Gran Vidrio. Presenta “Realidad disminuida”, una instalación que incluye cámaras con espejos, performances y acciones de otros artistas.