El primer impacto es un sacudón de desconcierto. Un mismo nombre conduce a mundos de significado completamente distintos. Si se viaja en una de las direcciones posibles, el camino lleva a una figura central del expresionismo alemán, un movimiento artístico de vanguardia gestado a principios del siglo XX, que inauguró maneras inéditas de concebir el color y atacar las formas. El otro viaje nos deposita en el presente argentino y los coletazos de una historia en plena ebullición. Aunque la verdad, como podría decir un proverbio, está en el medio. O bien: lo importante no es la llegada sino el camino.
Kirchner es varias cosas al mismo tiempo. Es un libro y una muestra. El escritor y artista cordobés Federico Racca concibió un artefacto que se desdobla y ejecuta un conjunto de operaciones sobre el arte y los textos políticos, forzados a mezclarse en un collage visual y escrito que desdibuja los límites de ambos universos.
¿Qué significa la palabra “Kirchner”? El título, deliberadamente ambiguo, juega a doble o nada. Apuesta a que se pueda retener algo que surge de confrontar dos lenguajes y dos constelaciones de sentido: el arte del pintor alemán Ludwig Ernst Kirchner, y la estela política abierta por Néstor Kirchner.
La provocación y la irreverencia son de la partida en los caprichos visuales y textuales que genera Racca. Las obras, que podrían adscribirse al collage, se escapan en realidad de cualquier género específico (es “arte degenerado”, como se denominó la famosa exposición de 1937 montada por el nazismo, que incluía pinturas del maestro alemán como ejemplos de una modernidad enferma). Admiten tuits de la expresidenta Cristina Fernández, declaraciones del general Milani, recortes de notas periodísticas, afiches, textos literarios, discursos, fragmentos de ensayos de teoría política, billetes de Evita. De fondo, en todos los casos, la obra de Kirchner, el pintor.
Kirchner, el libro, se presentará este jueves a las 18 en el Museo Caraffa (Poeta Lugones 411), donde se exhibe la muestra de Racca que lleva el mismo nombre.
“No es una obra cómoda, y tal vez eso sea un elogio para una obra política”, señala el escritor, quien en 2012 trabajó en dos libros que recopilaban testimonios a favor y en contra del período kirchnerista.
Dualidad
–¿Cómo surgió la idea de cruzar dos nombres que carecen de vínculo?
–Empezó sin que yo lo supiera, cuando viajé durante medio año para hacer las entrevistas para dos libros, Cristina Sí y Cristina No. Viajé por todo el país y hubo cosas impresionantes para mí: dos días con Milagro Salas en la Tupac Amaru; una tarde a solas, en una habitación minúscula, con Eduardo Duhalde; un desayuno que se estiró hasta el mediodía con Lilita Carrió; Luis D´Elía y sus respuestas sin filtro sobre Irán; una discusión dura, vino mediante, con alguien que quiero como Teresa Parodi. Lo de cruzar el nombre del pintor Ernst Kirchner con la “era Kirchner” tiene que ver con mis estudios de psicoanálisis y con mi formación como escritor. En esos mundos la palabra tiene un peso propio, una materialidad más allá del significado, y sentí que esa dualidad Kirchner-Kirchner disparaba cosas.
–¿Pensaste en una intervención sobre la trajinada idea de “grieta”?
–Hubo un trabajo importante de discusión con Adolfo Sequeira, que con su experiencia me ayudó a objetivar algunos aspectos de la obra. La grieta como construcción ideológica de dos lados que se intercambian el poder no me interesa, sí las consecuencias que esta tiene para aplanar todo lugar otro.
–En uno de los textos del libro, Mariano Horenstein señala que se trata de una obra de “peronismo explícito”. ¿Cómo entendés esa descripción?
–Mariano es un observador agudo, un psicoanalista y escritor valioso. “Peronismo explícito” me suena a pornografía y creo que la obra es profundamente pornográfica en eso de obligar al espectador a detenerse en los detalles minúsculos, a volver sus ojos sobre lo obsceno. Coincido, es una obra tirana.
Presentación y muestra
El libro-catálogo Kirchner, editado por Viento de Fondo, reúne textos de Federico Racca, Adolfo Sequeira, Nancy Calomarde y Mariano Horenstein. Se presentará este jueves a las 18 en el Museo Caraffa (Poeta Lugones 411), en cuyas salas 8 y 9 se exhibe una muestra del mismo nombre.
El escritor y artista visual presenta un libro y muestra en el Museo Caraffa un conjunto de collages que cruzan el universo del arte con los fenómenos políticos. "No es una obra cómoda, y tal vez eso sea un elogio para una obra política", señala.