Botón de muestra: Desnudo de Rosa Ferreyra de Roca de 1947 exhibido junto a Lección de anatomía del doctor Nicola Costantino, de 2015, de Nicola Costantino. Tanto en la pintura de la artista cordobesa como en la fotografía de la rosarina, un puñado de pinceles se descubre en la penumbra de la imagen. No sólo dos obras se miran, también lo hacen dos acervos, uno público y otro privado, abriendo en esa mirada nuevas lecturas. Situaciones como éstas revela "Frente a los Espejos", la primera muestra del programa "Diálogo de Colecciones" que hoy a las 19.30 inaugura en el Museo Genaro Pérez (General Paz 33).
"Frente a los Espejos", con curaduría de Andrea Ruiz, se compone a su vez de dos partes que toman casi todo el museo: en planta baja, con el ruido de la ciudad aún en las espaldas, se pueden ver las casi 80 piezas de "Vida urbana: colapso y encanto"; y subiendo las escaleras, toda la planta alta exhibe una treintena de obras en "Géneros en expansión".
Más de un centenar de obras se proponen como un diálogo entre la colección del Genaro Pérez y dos colecciones particulares, de José Luis Lorenzo y HAB. Y algunas obras de dos colecciones invitadas, la del Museo Caraffa y de otra particular, JAM. "Diálogo de Colecciones" es un evento importante que anticipa el comienzo de Mercado de Arte Contemporáneo-Arte Avanza. El valioso conjunto reunido está atravesado por ideas tácitas inscriptas en el acto de coleccionar, de comprar arte, un hecho determinante. "Las colecciones privadas y públicas no sólo son relatos sobre qué es el arte en su tiempo, además colaboran en la construcción de historicidad", señala Ruiz.
"Diálogo de colecciones" surgió a partir de diagnosticar el espacio que se le daba dentro de la feria al coleccionismo privado, afirma Carina Cagnolo, curadora de Mercado de Arte Contemporáneo- Arte Avanza: "El fomento a la adquisición y a la formación de colecciones es un objetivo dentro de Mercado. Sin embargo, la mirada sobre los patrimonios estatales no tenía hasta ahora espacio en el plan curatorial y organizacional de la feria". Entonces, "Diálogo de Colecciones" se creó para vincular colecciones privadas con patrimonio público, lo que "jerarquiza y otorga nuevas perspectivas sobre cada una de las colecciones implicadas", agrega.
"Siempre es necesario volver a mirar, con criterios curatoriales, las colecciones estatales", destaca Cagnolo, y coincide con Ruiz en que la oportunidad da cuenta de "los modos de construir las historias de las artes".
Viaje al interior de las colecciones
Una posición política guió el trabajo de Andrea Ruiz, la de revalorizar, incluso rescatar obras y artistas ocultos u olvidados por cuestiones de juegos de poder en el reconocimiento dentro del campo artístico, ayer y hoy. "Me sorprendió la cantidad de obras que no trataban el paisaje serrano, lo que normalmente se ha adjudicado como tradición del arte de Córdoba, sino retratos y una buena cantidad de obras que reflejan documentalmente los cambios urbanísticos y sociales de nuestra ciudad", observa la curadora. Por otro lado, tuvo muy gratos "descubrimientos" de artistas y obras que desconocía. Algunas obras que seleccionó jamás han sido mostradas al público.
Acceder a la colección la incentivó a investigar sobre algunas piezas. Así, "Frente a los espejos" pone en escena obras en donde "los diferentes públicos puedan o no reconocerse, tanto en lo estético y artístico como en lo que en nuestro imaginario tenemos como representación de un 'nosotros'". Una de las muestras refiere a la ciudad habitada y vivida, y otra a las representaciones de género pero también de las tradiciones pictóricas. A esas piezas de la colección estatal, explica, las puso en diálogo con colecciones privadas que, mayormente, contienen obras de arte contemporáneo.
La responsabilidad pública
"Sabemos desde la práctica crítica y curatorial que las lecturas y selecciones son una mirada que puede tener cierta coherencia interna pero que siempre son un recorte o distinción de un aspecto sobre otros", aclara. En su idea curatorial, cuenta, "inmediatamente se me reveló que los espejos no siempre reflejan lo que nos agrada, que a veces son imágenes distorsionadas, que no siempre nos reconocemos al mirarnos en ellos. De Alguna manera, esto me obligó a un esfuerzo de salir todo lo que pude de mis propios gustos e incluso tendencia ideológica tanto respecto al arte como a lo social". Y da un ejemplo: "Quizá no me agrade cierto tipo de obra que representa la típica estampa de Cabildo y catedral, sin embargo asumí que es parte de nuestra cultura. Entonces se trata de considerar lo que sea más pertinente a los conceptos que se plantean. El trabajo curatorial requiere una gran responsabilidad pública ya que se construye historicidad".
Experiencias en simultáneo
En la muestra las imágenes operan su potencia en la manera como se diseña el montaje. Andrea Ruiz comparte cómo fue trabajar la sección "Vida urbana: colapso y encanto" (planta baja), "con un diseño de montaje complejo, intentando replicar de alguna manera la profusión, densidad, variedad de imágenes y experiencias simultáneas con las que convivimos; y a su vez, con el tipo de montaje de algunos museos y galerías de colecciones del siglo XVII". Lejos de la obra destacada en un cubo blanco, apuesta: "Mi experiencia de ver diseños de este tipo tanto en el Museo del Louvre, por ejemplo, o en algunas ferias ha sido sorprenderme de cómo en tanto caos, algunas obras se destacaban sobre otras. Veremos que dice y vive el público que la visite".
"Vida urbana: colapso y encanto" tiene su momento culminante en la sala donde está el gran espejo. Las paredes recubiertas con oscura madera cobijan gran parte de las obras allí reunidas, un desborde estimulante y a la vez arriesgado para la mirada. Después del impacto, el ojo crítico deberá diseccionar. Allí, como en la planta alta, hay rescates y hallazgos, flechazos. Las imágenes acumuladas en décadas adquieren otro resplandor. Porque Ruiz puso no sólo a las colecciones en diálogo, también a las obras mismas, lo que se transmitirá a las "propias experiencias, pensamientos, representaciones, estereotipos, imaginarios y vidas distintos".
Diálogos de géneros
En "Géneros en expansión", lo expandido del campo pictórico dialoga de manera "cautivante" con lo femenino, en cuanto a las autorías y la representación de la mujer, es decir, la cuestión del género en ambos sentidos: el género de la pintura y el género como problemática que atraviesa desde las obras y la participación de la mujer en el arte. Hay deliciosos ejemplos, que son también hallazgos: La mujer de la flor (1929) de Augusto Schiavoni, óleo del acervo del Museo Genaro Pérez (foto), ubicado cerca de Autorretrato Nicola con pullover rojo (2008), fotografía de Nicola Costantino (colección HAB); que mira en diagonal a Figura, óleo de Antonio Berni de 1940, de la colección del Genaro Pérez, imágenes que dan cuerpo a la idea de espejo.
Obras de Román Vitali, como Love (serie "Los cuadros, robados!", 2013), en las que fiel a su estética recurre al tejido de cuentas facetadas encastrables (Colección José Luis Lorenzo) refiere a la vez a una práctica femenina o como a la expansión de la pintura. Y sobre lo pictórico corrido de su campo se encuentra otro ejemplo en la genial obra de Mariela Scafati, Montaje disonante de cuadros que no se corresponden, de 2016 (foto), óleo sobre tela, mueble y sogas (Colección HAB). Andrea Ruiz rescata en esta zona de la muestra no sólo a Carmelo Arden Quin, en la pintura Domaine, de 1994 (Colección JAM): en el mismo acervo redescubre, en lenguaje geométrico, a YENTE (Eugenia Crenovich) con su óleo Composición, de 1952.
Más descubrimientos se revelan en planta alta, como Tapiz de acordes, de 1963, de Mara (Margarita Berisso de Kurchan), de la colección del Museo Genaro Pérez. Y otro rescates, como la obra de Ana Gallici de 1989, también del Genaro Pérez. El acervo municipal ofrece más para el asombro, como el óleo Madona dorada de Mariette Lidys, de 1960, que Andrea puso en diálogo con otros dos fuertes estímulos en la antesala de las ventanas que forman semicírculos: La ola estrellada (2016), del osado Benito Laren (Colección HAB), y Flores, de Rosa Ferreyra de Roca (colección del Genaro Pérez). El museo prodiga más joyas en su haber, como la obra de Enrique Gandolfo, para leer con nuevos ojos.
El dato
"Diálogo de colecciones" con la muestra "Frente a los espejos". En el Museo Genaro Pérez (General Paz 33). Curaduría: Andrea Ruiz. Equipo curatorial: Valeria López, Guiomar Barbeito, Aylén Bartolino Luna. Asistencia pre-producción: Eugenia González Mussano. Hasta el 3 de setiembre, de martes a domingos y feriados, de 10 a 20. Entrada gratuita. Más información en Mercadodearte.com.ar.
Inauguró en el Museo Genaro Pérez la muestra "Frente a los Espejos", primera entrega de "Diálogo de Colecciones", uno de las propuestas que adelanta lo que será Mercado de Arte Contemporáneo-Arte Avanza, la nueva edición de la feria tendrá lugar esta semana en el Cabildo Histórico.