Lucia von Sprecher: “La imagen se está desvaneciendo ante nosotros”

La competitiva vidriera de arteBA en la Rural de Buenos Aires fue el preciado escenario para la joven artista cordobesa Lucía von Sprecher y su obra. El espacio El Mirador la había convocado para hacer un "Solo Project", presentación individual en su stand en Barrio Joven de la feria, y su propuesta fue destacada por medios y personalidades como una de las mejores.

Después de días de mucha intensidad, la artista cuenta a VOS la experiencia, antes de lanzar una muestra en la galería The White Lodge, especializada en fotografía, que se verá a fin de este mes.

Que un artista tenga un stand de grandes proporciones para mostrar sólo su obra es una casi una rareza en arteBA. "Fue una apuesta de El Mirador", afirma Lucía, que había exhibido el año pasado en la sede que este espacio tiene en San Telmo (Buenos Aires) gracias a un premio de fotografía contemporánea realizado con apoyo del Fondo Nacional de las Artes, en el que obtuvo el primer premio.

Además de la favorable recepción de su obra, la sorprendieron las adquisiciones no sólo de parte coleccionistas. También compró su obra el MALI, Museo de Arte de Lima (Perú). Los intercambios no sólo sostienen la inversión, hace crecer en circulación y reconocimiento.

El montaje como obra

Apenas pisó la feria, y ante el gran stand vacío, Lucía sintió una inmensa alegría al debutar con su primera muestra individual. Nada más ni nada menos que del living de su casa directo al stand de arteBA. Trabajó mucho en el espacio. Allí mismo compuso la instalación formada por fotografías en distintos soportes, con y sin marco, papeles y posters y otros objetos. Relata la artista: "No sabía cómo iba a funcionar, desde El Mirador la confianza fue absoluta, me dieron toda la libertad, eso me animó mucho, porque tuve la posibilidad de juntar distintas obras, incluso textos, algo que nunca había concretado físicamente y que estaba en las ideas". Para ella, el montaje "fue lo más". La llenó de potencia abrir, sacar, y probar.

Desde el lenguaje fotográfico, Lucía va hacia la disgregación de la imagen y su soporte. Así explica el origen de esta trasmutación que opera sobre sus fotos: "Después de conocer la fotografía y ver lo bonito que era y cómo se ve el objeto en la cámara, empecé a deconstruir el referente, la imagen, con una intención de destrucción". En su obra, dice, hay mucho cuerpo, y es ahí donde entra en juego la construcción y deconstrucción de las identidades.

A punto de caer

A propósito del cuerpo, Lucía von Sprecher se retrata a si misma como si estuviese a punto de caer, inestable pero aún en pie. Un extremo grado de intimidad y estado de precipitación. Las imágenes, que en arteBA se veían algunas en suelo y pared tomadas sólo con cintas, son fotoperformances en las que sólo están ella y su cámara. Siente que fue decisivo ver qué sugerían en el público de la feria. Un lugar por donde pasaron "desde diseñadoras de moda hasta feministas súper militantes, hombres, en fin, diferentes perfiles de personas". El stand estuvo siempre muy concurrido. "No paraba de sonreir de la alegría, todas las opiniones eran guau", disfruta ahora al recordar lo vivido hasta el sábado pasado.

"Todo surge de mi cotidiano, también los textos, que son pensamientos que acumulo", explica sobre otras de sus obras como La piel es un límite, la piel es una posibilidad. De Sostener la esperanza dice que todos los sueños están ahí. La imagen viene de una acción de hace un par de años cuando vino de Cabanna a vivir a esta ciudad. La imagen quedó en la computadora y luego la retomó.

-¿Trabajás a partir de lo que queda de una acción?

-Cuando la acción pasó, trabajo mucho tiempo después con ese material que tengo. Imprimo mucho en diferentes papeles.

Pareciera haber un deleite por el soporte como obra, las superficies más austeras. Lucía recurre además, a materiales que considera "vitales y simples", como la tierra y la sangre para escribir.

-El stand ofrecía a la mirada algo muy íntimo y a la vez en una estética por momentos muy urbana.

-Sacar la intimidad a la via pública es algo que moviliza y genera preguntas, hay un poco de todo eso.

Por otra parte, su intención es llevar la fotografía a otras disciplinas, como la pintura o el video. "Me emociona sacarla de su propio lugar", afirma, y comparte su modus operandi: "Fui llegando por experimentación; de todas esas imágenes que mostré ninguna es un archivo original, todas fueron muy fotografiadas. En las impresiones se ven texturas y colores que no son los que obtiene por si misma la cámara de fotos, los pongo a la luz, y vuelvo a fotografiar la fotografía". Lucía hace el camino inverso al Photoshop. Porque en su caso, lo que importa "es la imagen que se desvanece ante la presencia humana".

"Me interesa reflexionar cómo nos estamos volviendo imagen y cómo esa imagen nos está desvaneciendo como personas", dice. Pensar la imagen es su tarea, iluminada en parte por Hito Steyerl (en Los condenados de la pantalla), cuando se refiere a la imagen en las redes, a los archivos que se pierden. Y sobre todo, a la degradación de la imagen, a los fantasmas de la imagen, profundiza Lucía, en cuya obra aparece la idea de desvanecer la imagen de su propio cuerpo, visible sobre todo en la acción El error es una opción surgida de un video. "Por error el video se empezó a romper -cuenta-, de ahí viene la imagen que es como una explosión que se vuelve pictórica, también se rompe el cuerpo, son los puntos que más me movilizan a la hora de producir".