Éxtasis, un tiempo suspendido es el que capta Javier Bellomo Coria en sus obras, imágenes que tienen su origen en la fotografía. En la galería de arte Sasha D. (Bulnes y Pringles) el artista presenta hasta el 15 de mayo "Un soplo de aire", una muestra formada por distintas series, donde retoma indagaciones que viene exhibiendo tanto en exposiciones locales (en las galerías de arte Nodo y antes en Rojo); como en la última feria Mercado de Arte en el stand de Sasha D. A través de la misma galería su obra llegó a ferias del exterior, como la de San Pablo (Brasil) y Miami (Estados Unidos). La próxima será este mes en Photo Lima (Perú).
"La fotografía es el punto de partida de mis proyectos, el puntapié, luego viene todo lo que sigue, el llevar su expresión al límite", sostiene el artista en diálogo con VOS. Bellomo trabaja intensamente con series. Al comienzo suele verlas separadas ("incluso que gozan de una cierta independencia"). Pero en un determinado momento, cuenta, las cosas se ordenan en su cabeza, en el sentido de lo que está "mirando en el momento". Y entonces, es cuando puede unir las distintas series en un mismo discurso.
En la muestra se puede recorrer fotografías de paisajes colocados dentro de cajas de acrílicos: la fotografía está cortada en tiras. Hay otros paisajes también. Y hay retratos que se adueñan del espacio en distintas zonas de la muestra: La enorme instalación Ilze (retrato de Ilze Petroni) es central, y sobre ese eje gira la muestra. El aire mueve cada fragmento de esta imagen impresa sobre papel entelado, de más de dos metros de alto por metro y medio.
Otros retratos emergen de una bruma liviana; algunos dialogan con la transparencia del acrílico, otros con páginas de antiguos libros. Una proyección aporta también su cuota de oxígeno. "Un todo compuesto por partes, esa sería una buena expresión", reconoce Bellomo. Y aclara: "Las diferentes series no son de tiempos tan diferentes entre sí, las vengo trabajando durante los últimos dos años, empecé por la abstracción de la imagen (retratos blancos impresos sobre acrílico), seguí con las cajas de los sueños y luego vinieron Ilze y los paisajes en las cajas de acrílico". Y al video "lo llamaría más una proyección como luz que viaja por el aire y se manifiesta allí donde hace tope".
Para el artista, el punto en que convergen todas estas partes "tiene que ver con la continuidad de la idea de lo etéreo y lo frágil". A partir de la fotografía, Javier descompone, desmaterializa la imagen plana desde el recorte, la multiplicación que luego rearma en el objeto.
"Mi trabajo parte de la fotografía, es desde donde miro, pero rápidamente me empiezo a ir por las ramas, a probar cosas diferentes", dice, y agrega: "Cada vez más, siento que mi trabajo empieza a tener un carácter objetual".
Investigar distintos soportes es otra faceta visible de su obra: "Me gusta poner a prueba los materiales, empezar a ver qué puede salir de cada uno; los materiales tienen una plasticidad propia y detrás de ellos voy cuando me planto frente a un trabajo. A veces me lleva meses de prueba el llegar al resultado, sólo hay que encontrarlo".
Detrás de estos movimientos hay una forma de ser: "En realidad soy inquieto (mucho) y no me conformo con lo establecido así que voy detrás de lograr expresiones nuevas pero con cosas usuales, cosas de todos los días. En nuestro alrededor encontramos siempre lo que estamos buscando, así que me dedico a relacionarlas de manera que pueda sacarles su jugo", reflexiona.
"Como mi trabajo parte de la fotografía son los soportes de la imagen los que entran en acción; pero luego, una vez impresa/transferida la imagen, el soporte empieza a cobrar protagonismo junto a la imagen, es como si fueran de la mano caminando juntos, no puedo separar uno del otro", explica.
"Simpleza de nuestra fragilidad"
¿"Un soplo de aire" es un deseo de levedad? ¿Alivianar el peso de la imagen? ¿Una cierta irrealidad? Para el artistas, surge como una síntesis poética. "Empecé trabajando con los sueños, de ahí salto a los ensueños y me voy manejando por el camino de esas irrealidades que son tan humanas", asume. "Hace alusión _agrega_ a una sencilla acción que puede hacer que nos ‘vayamos' o que ‘volvamos' a donde estamos; por otro lado también nos muestra la fragilidad sobre la que estamos parados".
Para el artista, toda la obra de la muestra "se ve frágil": "la impresión sobre acrílico, un material transparente, la toma desfigurada, las cajas de los sueños, hojas de libros antiguos que son frágiles en su misma composición, los cientos de capas que forman la instalación central (Ilze) dando la sensación que en cualquier momento se desarma,
También los paisajes, dice el artista, "son una abstracción de momentos que valen al momento de generar recuerdos o proyecciones, siempre hablando de que nuestra mente se transporta a otro rincón del presente. El soplo está presente como simpleza de nuestra fragilidad".
Los ojos
El halo blanco que envuelve algunos de los retratos parecen extraer de éstos algo muy profundo: "El retratar personas tanto con los ojos cerrados como con ese efecto de halo hace que se genere una relación especial, desaparece la barrera de la vergüenza y la presión y surge algo diferente", afirma.
"Me la paso retratando a la gente que tengo a mi alrededor y me encontré un día con que cuando elegía las fotos que quería empecé a hacerlo por aquellas en las que les pedía que cerraran sus ojos. Empecé a trabajar con ello, me sentía que los tenía más próximos, más abiertos a la relación con el retrato".
LA MUESTRA
"Un soplo de aire". Galería Sasha D. Espacio de Arte (Pringles 1553, esquina Pringles). Muestra de Javier Bellomo Coria. Visitas: hasta el 15 de mayo, de lunes a viernes de 9 a 13 y de 15 a 19. Entrada gratuita.
"Un soplo de aire" es la muestra que Javier Bellomo Coria presenta en la galería de arte Sacha D. Como en un sueño, retratos y paisajes se desmaterializan en fragmentos. Llevar al límite la fotografía es la idea del artista cordobés.