Retratos que sanan

El mensaje es directo. Sin rodeos, los 22 rostros de las fotografías miran a la cámara y por ende al espectador, que a la vez no puede dejar de ver que el cuerpo completa el retrato: el pecho faltante y el sobreviviente, la clara alusión a la enfermedad, al cáncer de mama.

Con la muestra "Viví. Mujeres con presente", del diseñador y fotógrafo Néstor Díaz, el Centro Cultural España Córdoba (Entre Ríos 40) decidió homenajear a las luchadoras de una enfermedad que hace visible el daño al cuerpo femenino mutilándolo. La curaduría de la muestra es del reconocido fotógrafo, ensayista, docente y curador Juan Travnik. Díaz, en diálogo con VOS, explica los alcances de su trabajo.

–¿Buscabas impactar?

-Al comenzar este trabajo pensé en qué tipo de imagen quería y qué quería lograr. Qué podía pasarle al espectador. Por eso busqué este tipo de composición, donde la mujer aparece con el torso desnudo.

-Y en posición frontal.

-Claro. Mi idea fue fotografiarlas en su casa, contar una pequeña historia con cada retrato, que después se complementa con un texto que ellas mismas escribieron. La fotografía muestra el entorno donde viven, cómo están vestidas, quiénes son, y la voz de ellas en sus fotos. Entiendo que las imágenes son fuertes, y es mi intención, pero sin buscar el golpe bajo. Son fotografías documentales. Provocan una reacción en el espectador que lo lleva a pensar sobre el tema.

Historias únicas

Néstor cuenta que cada fotografía de la serie guarda una historia única, cada una con sus matices. Leer cada texto termina de conmover por completo.

–¿Cómo fue el proceso?

–Me llevó tres años. Primero fue pensar, escribirlo, encontrando cómo encarar la idea. Es un trabajo particular, me reunía previamente. Siempre busqué que estuviéramos solos, lograr una intimidad para ese momento. Ellas no son modelos.

–¿Qué te pasó a vos?

–A medida que fue avanzando el trabajo, yo también me fui soltando y encontrando una dinámica, una mecánica para realizarlo. Llegás a conocer a la familia de cada una, a sus hijos. La decisión de ellas de participar también moviliza.

Un antes y un después: Vivi, Viví

–¿Por qué el título de la muestra?

–Hay allí un juego de palabras. Esta serie empieza siendo un homenaje a Viviana, que fue mi esposa hace 20 años. Ella tuvo cáncer y falleció. Por eso el juego de palabras con "Vivi" y "Viví" con el acento que está en otro color. Y lo de "mujeres con presente" alude a cuando se pasa una situación límite como la de esta enfermedad, entonces la persona se conecta con el día, con el presente, con el hoy. Si lees los textos vas a ver que ese es el hilo que une, un antes y un después.

–¿Como fotógrafo qué te deja este proyecto?

–Fue un desafío. Desde el punto de vista técnico, al no ser fotos de estudio no tenés controladas todas las variables. Iba a sus casas, me iba con todo y tenía que resolver en el lugar, y tratar después de que la serie se viera homogénea.

–Lejos de esconder las marcas en los cuerpos, la imagen se sostiene en la idea de que estas mujeres se animan a contar lo que les pasa...

–Sí, desde un lugar y una actitud, por eso miran la cámara, también buscando una conexión con el espectador. Después, sí busqué una imagen pictórica, una imagen cálida, no quería apelar a ningún recurso estético que supere a la imagen, que muestra una calma, una conexión. Ellas por lo general aparecen bastante relajadas.

La muestra se exhibió ya en Buenos Aires y en Rosario, aunque la primera imagen de la serie, Sofía, fue seleccionada por la National Portrait Gallery de Londres, que es un museo del retrato, comenta Néstor. También a este trabajo lo mostró en Barcelona en forma de video. "Está girando, esa es la idea, que llegue a la mayor cantidad de gente posible", afirma.

Testimonio de Alejandra: "Él me habilitó"

Las mujeres retratadas por Néstor Díaz son de Buenos Aires y alrededores, a excepción de Alejandra que, aunque vive en capital, nació en Córdoba. Ella vino a acompañar la apertura de la muestra en su ciudad natal. "Es una de las protagonistas del otro lado de la cámara", dice Néstor a modo de presentación.

Cuando en 2014 fue convocada, Alejandra no lo dudó: "Néstor vino a casa. Era la primera vez que lo veía. Estaba mi hija adolescente y le pedí que se quedara porque tenía que desnudarme el torso, algo que ni siquiera hacía con mi pareja".

Alejandra no puede dejar de valorar cómo él construyó ese momento íntimo, con un "ambiente de comprensión, de estimulación, de charla", que la llevó a soltarse. "Al principio estaba muy rígida, con muchos nervios, y después él me habilitó. Creo que en estas situaciones el permiso te lo tiene que dar el otro, porque una ya tiene mucho con lo de una, si el otro te habilita, te invita, es todo más fácil", relata.

Alejandra destaca la calidez de Néstor: "Él había pasado por la experiencia de la mujer y el cáncer", dice. Cuando terminó la sesión, Alejandra le pidió que le mostrara las fotos: "No me di cuenta de que seguía sin la remera, como si nada, con naturalidad, fue increíble".

El paso siguiente fue ir a la primera exposición de la serie y le costó ("Tuve ganas de ponerme una bolsita de papel madera para que nadie me reconozca en la foto", se acuerda). Pero rápidamente pensó en lo importante, y así fue que se animó a entrar. Había decidido participar para ayudar a la prevención, para concientizar. "Fui con mi hija, le pregunté si sentía pudor o vergüenza; y ella me dijo que estaba orgullosa".

Lo cultural pesa, según remarca Alejandra: "Los cuerpos perfectos, la mama que tiene que ver con la sensualidad, la sexualidad, con el alimento de un hijo, es algo fuerte".

Evidentemente, hacer la foto cambió mucho en ella: "Mirándome me ayudé a curarme, ese ida y vuelta de decir 'me miro y me curo'. Al principio no podía verme en el espejo, pero la foto me ayuda, Néstor nos ayudó muchísimo".

La relación con el otro también le hizo pensar: "Quiero que el hombre se concientice, que vea que esta mujer también es deseable, que puede tener sexo, pensamientos, ser una mujer completa aunque le falte una mama. En la muestra escuché a un hombre decir 'nunca me acostaría con una mujer así'. Fue un comentario fuerte. Seguí de largo, porque cada uno hace lo que puede".

La muestra

"Viví. Mujeres con presente". Centro Cultural España Córdoba (Entre Ríos 40). Hasta el 7 de abril, las salas del CCEC exhiben fotografías de Néstor Díaz, una serie de retratos fotográficos testimoniales de mujeres que transitan o han transitado el cáncer de mama, aportando desde el arte un espacio de reflexión y toma de conciencia de la importancia de la prevención y la detección precoz. Visitas: lunes a viernes de 10 a 14 y de 16 a 21.30. Entrada gratuita.