¿Qué es hacer una plaza? “¡Hagan plaza!”, pedía Tirso de Molina para que el pueblo reciba al amor triunfante. Hacer una plaza es hacer un lugar, definir un sitio para un propósito no necesariamente productivo, detener el paisaje. ¿Qué se habrá propuesto Dolores Cáceres con su plaza que no es para sentarse?
En el campus de la Universidad Siglo 21, la artista cordobesa inaugurará este jueves, después del acto de asunción de la nueva rectora María Belén Mendé, una pieza de arte público de sitio específico, una plaza construida a partir de materiales reciclados y reinterpretados. La plaza partida“es un lugar de cruces, de conflictos, de combate”, e interrumpe el paisaje del complejo universitario como si abriera una puerta. Del otro lado de esa puerta hay una serie de preguntas acerca del arte y la política.
En la plaza de Dolores Cáceres hay 10 pares de antónimos en letras de neón. La tensión entre esas palabras toma un aspecto lumínico, como si buscaran definirse en las sombras que proyectan.
–¿Cuál es tu primer recuerdo de una plaza?
–No tengo memoria de plaza alguna, pero recuerdo fuertemente el impacto de la Pirámide Invertida de Bruce Nauman. Cito a José Luis Brea: “… para mí esta plaza en su conjunto está concebida con un cierto carácter musical, en el que el ritornelo de algunos temas constituye la estrategia compositiva característica, y el modo en que su memoria a veces meramente intensiva se va fijando, gracias a la secuencia de repeticiones diferidas, variadas, como en una fuga”.
–¿Qué buscaste con esta plaza?
–Al igual que en Acepto disentir o en No vendo nada, esta obra busca cuestionar todo sin aspirar a solucionar nada y enfatiza lo mismo que oculta: la imposibilidad de acabar con los simulacros que sustentan la política y el arte, activando nuevas discusiones.
–¿Con qué clase de materiales trabajaste en esta obra?
–El punto de partida fueron 20 antenas de 120 centímetros de diámetro que la Universidad Siglo 21 tenía guardadas sin uso y sin futuro. A partir de ellas, imaginé esta plaza donde las reinterpreto y construyo un nuevo espacio de forma lineal y a la manera de una formación. Cada una de estas antenas lleva una inscripción en neón azul.
–¿Cuál es la diferencia entre una obra de arte público y una intervención?
–Yo puedo intervenir mi cuerpo. Se refiere a una acción que puede ser permanente o efímera. Toda practica artística comienza con un conjunto de decisiones y por una elección de actitud. Parto de una idea clara del tema que quiero abordar. Es una idea, estudio los detalles, me involucro con lo real. Una simulación, una reflexión, doy una puntuación. El artista actúa en el contexto social y la producción se vincula a éticas posicionamiento y el arte se hará comportamiento mas allá de un producto que interroga y cuestiona. Es público no sólo el espacio físico sino los medios de comunicación como Internet, redes sociales, donde también se ejerce lo público.
–¿Qué debería saber un habitante de tu plaza antes de habitar tu plaza?
–La plaza partida es un lugar de cruce, un intersticio. Y también es una grieta.
Apertura y ópera. La inauguración de La plaza partida será el corolario del acto de asunción de la nueva rectora de la Universidad Siglo 21, María Belén Mendé, mañana a las 20 en el campus (Calle de los Latinos 8555) de esa casa de estudio. El colectivo de artistas Las hijas de Israel participará con una Ópera para 10 antónimos y un televisor, una obra pensada específicamente para acompañar la inauguración de la plaza. La plaza partida está pensada para perdurar: no es una muestra temporaria. Quedará abierta al público dentro del campus universitario frente al Aeropuerto de Córdoba.
Dolores Cáceres presenta “La plaza partida”, una pieza de arte público construida a partir de antenas en desuso, que quedará inaugurada este jueves en el campus de la Universidad Siglo 21.