"Quemado", de Pablo Curutchet: en la palma de la mano

Como objetos atesorados en la infancia, juntitas, las pequeñas esculturas que se parecen a piezas arqueológicas conviven en grupos sobre repisas también diminutas. Una, otra, y otra. No hay un sitial que las eleve con pretensión. Así es "Quemado", la muestra que Pablo Curutchet presenta por estos días en el espacio Visuales de la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación (Famaf), en Ciudad Universitaria.

Hay una pistola, una cuchilla, un gusano, una vaca, un caballo, un perrito, un gato, un pájaro, cubos con rostro, cabezas, calaveras, y manos, muchas manos haciendo todos los gestos.

El título de la muestra, "Quemado", alude a la técnica de quemar literalmente piezas de escultura. Pensar sobre el trabajo del artista (y algunas charlas con Manuel Pascual) fueron dando forma a una serie de reflexiones y posturas que modificaron su práctica llevándola al lugar del sentido común, cuenta a VOS Pablo Curutchet.

Después de una época reciente en la que llevó sus piezas escultóricas a tela (como los inflables que expuso en el Museo Caraffa años atrás) y metal, ahora esta seguidilla de obras se trabajan con materiales como madera y cerámica.

¿La materia inspira? ¿O son las circunstancias las que llevan a elegir una u otra? Antes, dice Pablo, se le ocurría algo y veía la mejor forma de resolverlo encontrando la técnica o la materia adecuadas, "trabajando muchas veces desde una técnica proyectual, maquetas, planos, etcétera". "En este caso es menos pensado", afirma sobre las piezas "quemadas". El dueño de una carpintería, Jorge Cerquetti, vio lo que hacía y le propuso que desarrollara piezas para un local de diseño. "A partir de eso fue saliendo este trabajo que voy a seguir explorando", relata Pablo.

Por otro lado, agrega, tenía arcilla hacía un tiempo y se propuso usarla. Todo esto lo condujo a "Quemado": "Empecé a modelar formas sin pensar mucho, haciendo lo que surgiera en el momento", cuenta. La artista Agustina Pesci le explicó cómo quemar las piezas ya secas de manera rústica.

–En esta muestra ¿predominan materialidades más ligadas a la tierra?

–Sí, literalmente hay piezas hechas con tierra, la arcilla es un material maravilloso. Quizá tenga que ver con esto de tocar la materia con las manos, lo que de alguna manera conecta la mente a otra sintonía y te acerca a la dimensión de lo humano.

–La muestra se ve como una secuencia variada. ¿Qué idea guió la instalación?

–La muestra está separada en dos bloques. Por un lado, recreo y reedito objetos que hice en los últimos años. Y, por otro, exhibo la obra de cerámica ennegrecida, las manos. Modelé una mano que hace fuck you. Empecé a repasar gestos que tenían algún significado o simbolismo. Muchos me decían que veían lo que hace la Mona (Jiménez), o señas del lenguaje carcelario, y así, en esto de usar un gesto con la mano para comunicar algo. Me interesaba que el espectador tuviera que acercarse para ver la obra, algo más intimista.

Pablo describe algunas composiciones que se detectan en el agrupamiento: una calavera de un monstruo y unos pájaros alrededor; una mano abierta y otra cerrada. "Ambas manos tienen una leve tensión en su expresión, tiene algo inquietante", dice.

–Cambiaste drásticamente la escala, ¿por qué?

–Si antes el espectador quedaba dentro de la obra por la gran escala, como fue en la muestra "Nube" en el Museo Caraffa, en este caso hay piezas muy pequeñas. Tiene que ver con la dimensiones de lo posible, lo que entra en la palma de la mano.

–¿Con qué sentidos relacionás tus obras?

–Algunas piezas toman la estética del juguete, como en el caso del ciempiés que se va uniendo por bloques. En las primeras charlas con Pancho Sarría sobre la obra, para escribir el texto que acompaña la muestra, él me contaba que se construía sus propios juguetes con maderas, chapitas. Hoy parece impensado desde el lugar de la virtualidad. Entonces, me parecían interesantes estas relaciones, no como un lugar de nostalgia, sino para tratar de pensar el mundo y sus constantes cambios. Hasta el día de hoy me gustan mucho los dibujos animados y sobre todo su estética. Capaz mi obra tenga algo de eso también a grandes rasgos, pero dentro del conjunto hay obras que te llevan a otros lugares, no pretendo que tengan un mensaje, pero sí que te generen alguna sensación.

Muestra

"Quemado". La muestra de Pablo Curutchet se puede visitar de lunes a viernes de 8 a 21 en el espacio Visuales Famaf, en el hall de la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación (Medina Allende s/n, Ciudad Universitaria). Entrada gratuita.