Una gigantesca escultura toma por completo el ingreso al Museo Caraffa (Poeta Lugones 411). La contundente forma abstracta, de llamativa cromática, se erige sólida desde el suelo para invitar a “La fiesta secreta”, la exposición de Luis Wells (Buenos Aires, 1939) que celebra 50 años de su arte. Esta pieza monumental fue realizada especialmente para esta exposición. Y en Córdoba se quedará.
Informalismo
La figura de Wells está íntimamente ligada a los cambios que vivió la escena artística argentina, particularmente el medio porteño, poco antes de comenzar la década de 1960. En 1958 fundó el movimiento informalista con Alberto Greco y Kenneth Kemble, protagonizando aquella “gran ruptura” que dio origen a instalaciones, ambientaciones y el arte de acción. Comenzaba la fiesta del arte que dejaba antiguas estructuras. La pintura matérica y el uso de materiales provenientes de ámbitos no artísticos marcan sus comienzos.
Los ’60 y después
Así, la incorporación de estos materiales de desecho, como latas oxidadas y restos de producción industrial, aparecen en las primeras obras del artista, como manifestaciones de sus ensamblajes (o assemblages). En una de las salas del museo, que revisita su obra a través de sus hitos más importantes, esta búsqueda estética se puede ver claramente en la escultura Semáforo, de 1963.
La sala 3 del museo explora su derrotero, desde fines de la década de 1950, hasta un conjunto de Teatritos, de 2014. Otras dos piezas ubican rápidamente a Wells en la historia del arte: Monocopia, de 1958 y Homenaje a Kenneth, de 1961 (“madera, pintura, tinta de lustre”, reza la ficha técnica). Estas obras hacen memoria de los inicios de Wells, quien aún muy joven, en 1966, obtenía una beca para estudiar en el Royal College of Arts de Londres. Allá fue el inquieto Luis, y más tarde, hacia fines de la década de 1970, se instaló por casi 10 años para estudiar nuevos materiales que iban a definir su búsqueda artística.
Pero antes de esa segunda partida al exterior, Wells protagonizaba en Buenos Aires la vanguardia con los environments y el arte de objeto. En la segunda muestra del movimiento informalista, recuerda el catálogo de esta exposición, en 1959, presentará Relieve de los troncos y Collage de las latas. En 1961 será parte de Arte Destructivo, y en 1966 del “Simposio de Destrucción en el Arte”, en Londres.
Sus objetos-relieves serán distinguidos en los Premios Ver y Estimar. Son los comienzos de la década de 1960, y así crea sus famosos “techos”.
La muestra también destaca algunos momentos de la década de 1980, y exhibe así una pieza como Cosas de uno y cosas de otro, de 1987, que pertenece a la colección del Museo Caraffa.
Alto voltaje
El alto voltaje del color se impone en las salas en un recorrido por su propuesta visual, que explora zonas pictóricas sobre el lienzo, y que se vuelve definitivamente potente en las superficies policromadas de sus esculturas. El color toma por completo a la forma.
La sala 2 (con su lucera que bendice con luz natural) exhibe más de 20 obras de una producción bastante reciente de Luis Wells, obras de los últimos tres años sobre todo.
Aquí la muestra dialoga con la escultura externa, y se despliegan los Toys por todo el espacio, en diferentes soluciones, tamaños y combinaciones: se destacan Incauta y Babieca por la pureza y síntesis de su diseño. Y Zarabanda, otra monumental obra de 2013 instalada sobre una pared celeste para mejor visualización.
Hay pinturas, Como la lluvia de ayer (2011) es una de ellas, que rodean la celebración escultórica que invade con su fuerza tridimensional todo el espacio, con obras como Sancho, Talla o Repunzol, entre otras muy recientes.
En cierta forma, “La fiesta secreta” sintetiza el proyecto de Luis Wells y celebra que sus experimentaciones con la materia y el color tengan una continuidad en el presente del artista.
Para ver. “La fiesta secreta”. Museo Caraffa (Poeta Lugones 411). La muestra que recorre 50 años del arte de Luis Wells se podrá visitar hasta el jueves 5 de marzo, de martes a domingos de 10 a 20. Entrada: $ 15 (miércoles, ingreso gratuito).
En La fiesta secreta, Luis Wells invita a conocer el devenir de su obra a través de medio siglo de indagaciones plásticas. La exposición se puede ver en el Museo Caraffa hasta el 5 de marzo.