Se fue la segunda noche en Villa María

Villa María. Lo bueno conocido siempre funciona. Es una fórmula infalible y no hay que darle muchas vueltas. El problema es cuando se pasa de bueno y de conocido, y el público decide que no quiere otra cosa. Fue lo que ocurrió a las 3 de la madrugada de este sábado en el Anfiteatro de Villa María con Los Manseros Santiagueños.

Ya parecía un poco extraño que un estadio que terminaba de rendirse antes los éxitos radiofónicos de Axel, se unieran en una ovación para recibir a este cincuentenario grupo folklórico que de joven y nuevo no tiene nada. Y mucho menos sabe de rankings de radios FM.

De la grieta de ese contraste surgió la semilla de un reclamo que parecía no tener contención. Hacía menos de una hora que estaban en el escenario. Algunos ya se impacientaron cuando se pausó la presentación para la entrega de un reconocimiento. Mucho más patalearon cuando dos temas más tarde les quisieron dar el adiós. 

Los Manseros vienen llenando estadios y festivales. La gente los sigue y los quiere ver y oír. A Cacho Buenaventura, ni sus mejores chistes parecían alcanzarle para calmar la jauría. Hubo silbidos y abucheos hasta que finalmente volvieron. A capela, porque detrás ya estaba armado y esperando el set de Los Tekis. 

Los jujeños nuevamente debieron lidiar con ocupar el último lugar en la grilla. Pasó la edición anterior. Sin embargo, con un Anfiteatro semi poblado, no descansaron en lo fácil y se entregaron a ofrecer un espectáculo a pura garra y entusiasmo. Así bajaron el telón del segundo acto del Festival de Peñas 2015.

Luego de la apertura de Jorge Rojas, el que subió a sudar fue Franco De Vita. Se pasó medio show con una toalla en la cara, secándose la transpiración. No sólo por el calor, sino también por lo energético de su oferta. 

Con elementos del rap le dio forma al inicio y al final del espectáculo. Otro caso de bueno y conocido que hizo del viernes una noche casi de lleno total. 

Difícil hallar una melodía del Franco De Vita que no suene familiar. La gente conoce todos sus temas. Y si los conoce, los canta. Como Soledad, que se le unión en un tema al piano.

Esto de contar con un coro masivo donde podría haber solamente formales aplaudidores ocurre también con Axel, quien se declaró un hombre positivo en todos los sentidos de su vida. Esa buena onda que respiran sus canciones fue bañando los sentidos de sus fans.