Este jueves habrá una nueva luz en la esquina de Manuel Oribe y Talavera de Madrid, en barrio La France de la ciudad de Córdoba. No sólo porque se habrán colocado reflectores para destacar cómo lucen con el rescate, después de varios años de abandono, los murales que Manuel Reyna y los artistas del grupo Tarja realizaron en 1973.
Habrá mayor luminosidad, sobre todo, porque a partir de ahora se pueden ver, como 40 años atrás, los colores reales de estas obras que los apasionados artistas crearon para recordar la historia de la ciudad destacando algunos de sus hitos: la Córdoba aborigen, la fundación, el Cordobazo, la huelga. Murales de contenido político, como señaló entonces la crónica del diario La Opinión.
Hacía varios años que Nora Reyna, hija de Manuel Reyna e integrante del grupo Tarja, junto a Marta De Ferrari y los artistas fallecidos Silvio Angelelli y Osvaldo Gomariz, estaban dando batalla para que los murales fueran salvados. Su gestión nunca escuchada, salvo por la declaración de interés municipal lograda en 1998, dio lugar a una nueva historia que se relaciona con el presente y los jóvenes artistas interesados en rescatar la memoria de Manuel Reyna y su obra.
Los de barrio La France son los únicos testimonios vivos de la intensa actividad muralista de Reyna y compañía en otros barrios, obras hoy desaparecidas.
La recuperación
Julio Gambero y Luciana Gómez son artistas egresados de la licenciatura y profesorado, respectivamente, de la Escuela Provincial de Bellas Artes Figueroa Alcorta. Hace tres años presentaron al centro vecinal en cuyas paredes externas están los murales un proyecto de investigación y restauración de las obras, que este año finalmente concretaron. La limpieza, el descubrimiento de los colores originales de estas piezas realizadas a base de cemento coloreado, y la repigmentación posterior fue lo fundamental de la tarea de restauración.
Gambero y Gómez habían dado talleres allí y se encontraron con los murales muy deteriorados, con manchas de pintura y aerosol, relatan en diálogo con VOS, mientras terminan la tarea de rescate.
Motivada por los ideales y la obra de Manuel Reyna, la dupla absorbió las enseñanzas del artista faro para muchas generaciones de pintores locales. A la tarea de remover las capas de pinturas que taparon durante años los murales, los jóvenes artistas fueron haciendo un trabajo casi arqueológico, descubriendo cada fragmento, cada piedra o cerámica incrustada en pos de una imagen de rasgos firmes y silenciosos, cada decisión estética que los artistas pusieron en estos siete murales de más de dos metros por metro y medio.
Los murales no sólo sufrieron la agresión vandálica con pintadas y hasta manchas de pelotazos (incluso en estos último días) en los largos años de descuido; también padecieron los efectos de las sucesivas y conscientes transformaciones del edificio en distintas gestiones del centro vecinal que los afectaron, como los desagües de un nivel superior, hoy a la vista, aspectos que deberán ser evaluados, o la rejilla que se mete de lleno en la composición La aldea.
Manuel Reyna (1912-1989), quien hasta la década de 1950 había vivido en las sierras (Capilla del Monte), trabajando primero en la cosecha y luego como albañil y azulejista, se destacó a partir de su residencia en Córdoba como una de las figuras claves del arte local. En 1953 se instaló en barrio La France, y en 1963, vinculado por entonces al centro vecinal, creó con otros vecinos y profesores un espacio para la cultura dando talleres de arte. Ese centro cultural fue piedra fundacional de la Escuela Mahatma Gandhi del barrio. Otra escuela, a metros de los murales, lleva hoy su nombre: Manuel Reyes Reyna.
En 1963, Reyna realizó el primer mural de la serie, Córdoba indígena, y en 1969 otro, La fundación de Córdoba. A estas dos obras se sumarían después La aldea, también de Reyna, acompañados de otros cuatro murales de artistas del grupo Tarja: Gomariz, Angelelli, De Ferrari y Nora Reyna.
Marcos Acosta, joven artista ya conocido por el rescate histórico que ha realizado con figuras como Luis Sosa Luna, y gran admirador de Manuel Reyna, se acerca para interiorizarse sobre el trabajo de Gambero y Gómez que ha sido muy intenso en el último mes. Los tres artistas por fin se conocen personalmente durante la nota con este diario. Acosta cuenta que lleva registradas más de 600 obras de Reyna, que alojará en un museo virtual.
La tarea de la memoria es infinita. Y las generaciones jóvenes parecen dispuestas a tomar la posta.
Una serie de obras ubicada en barrio La France fue recuperada y será presentada oficialmente. El artista cordobés la inició en 1963.