Quantcast
Channel: VOScomar | Artes
Viewing all articles
Browse latest Browse all 1280

La iglesia de la Mona: un proyecto artístico entre la religión y el cuarteto

$
0
0

Comunión, perdón de los pecados, transmutación. Así en la misa como en el baile.

El artista Fabián Nonino trabaja desde hace tiempo metido en los rituales y en los sentimientos involucrados en la fe religiosa y el cuarteto, dos mundos opuestos en muchos sentidos, pero bien atados a la emoción común de la adoración.

El artista precisa ese nudo con el concepto de Devoción. Ese fue el nombre que le otorgó al proyecto con el que ganó en 2015 el premio de Intervención en Espacio Público, en la feria Mercado de Arte de ese año.

“Me gusta ir a los bailes donde canta la Mona Jiménez. Él es adorado por todos los que van al baile. Tiene devotos que lo siguen cada fin de semana. Es inexplicable lo que sucede allí. Una de las maneras de explicar semejante suceso sería decir que el baile es lo más parecido a una misa”, escribía Nonino en el texto de presentación de Devoción.

La obra incluía un concierto heterodoxo, la ejecución de versiones de canciones de la Mona, realizadas por cuatro compositores contemporáneos, utilizando el campanario de la Catedral. Una manera de unir la matriz católica, esa Córdoba de las campanas evocada por Arturo Capdevila, con el rito pagano del cuarteto.

El artista sigue esa línea con un proyecto mucho más ambicioso, Devoción II: La Previa. Una parte de esta continuación está dedicada a las famosas señas con las que la Mona se comunica con los bailarines de los distintos barrios de Córdoba.

Los dibujos de manos haciendo las señas se pueden ver en la participación de la galería porteña Selvanegra en el evento virtual Feria de Arte Córdoba 2020. Son bocetos de una serie de vitreaux que formarán parte de una especie de iglesia que el artista planea construir, donde los devotos del cuartetero más famoso podrían reunirse para hacer la previa del baile.

Nacido en Morrison (provincia de Córdoba), Nonino está radicado desde hace muchos años en Buenos Aires. Hizo la carrera de Regisseur, en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón. Es escenógrafo, realizó puestas para óperas contemporáneas y tiene una carrera como artista multimedial distinguida con varios premios.

Después de Devoción, en 2015, volvió a Córdoba en 2017 para presentar en la galería Piccadilly una muestra de su serie (volver a casa) , un conjunto de piezas sobre la temprana muerte de su padre que incluía videos, fotos intervenidas, telones pintados, luces, un código de colores y un programa de computación para determinar el clima en los lugares donde hay un ser querido. Se trata de un código científico-espiritual que proviene de un proyecto anterior, METEORON. Consiste en luz RGB controlada por un programa que en función del pronóstico del día siguiente cambia de color. Los colores están determinados por esos santos o suvenires que dan el pronóstico: si están de color celeste, el pronóstico es soleado; si están rosas el pronóstico es lluvia.

Un baldío y un altar para la previa

–¿Te interesa la Mona, en particular, por la dimensión que tiene como fenómeno? ¿Qué te atrae de ese mundo?

–Me interesan los bailes de la Mona porque es donde la devoción aparece. Los bailarines lo conocen y él conoce a sus bailarines. Sabe que Ivana, de barrio Las Violetas, lo sigue desde hace 30 años, que es soltera, se casó, se divorció, sigue yendo a bailar. Y ahora lleva a su hija, que tiene 15. Sabe que "el Tordo", de La Calera, va viernes y sábado con su barra y se pasan la noche en el bufé, y que lo va a escuchar cantar desde que estaba con Berna. Y así con gran parte de las personas que van a sus bailes. Cuando entran al Sargento Cabral, hacen una seña y él los reconoce desde el escenario: ¡Para la gente de Alberdi! Es un fenómeno que está absolutamente condicionado por lo emocional y sólo puedo intentar explicarlo. Es el fenómeno emocional de un pueblo. ¿Qué son las señas? Son el nombre propio y toda la importancia que tiene sentirse reconocido. Entonces puedo decir que una de las cosas que me atraen del mundo de la Mona es que siento que me reconocen. ¿Sabés lo importante que es sentir que te reconocen? Se pone en juego eso. Saber que conocen el lugar de donde soy. Paso a ser una entidad, un ser en el universo, porque cada vez que me reconocen, yo empiezo a tener sustento para apoyarme y reconocerme a mí mismo, mi propia identidad.

–¿Seguís yendo a los bailes? Y cuando vas, ¿bailás?

–Vivo en Buenos Aires, pero las veces que visito Córdoba voy a algún baile. El último fue en febrero de este año en el Club Huracán, de Morrison. Era carnaval y tocó una orquesta local. Casi nunca bailo. Lo que me gusta hacer es quedarme en el bufé conversando, recibiendo y dando afecto. Otra cosa que hago es darles entidad a los personajes de las canciones poniéndoles los cuerpos de las personas que están bailando. Son pequeñas escenas que invento en tiempo real. A esas escenas me las acuerdo y después armo una especie de estampas, unos dibujos con los personajes, la acción y una parte de la canción. Cuando pienso en los bailes, recuerdo una sensación física inolvidable. Es como cuando pienso en el río, lo que recuerdo es la sensación física de sumergirme en el agua fría.

–¿Qué tipo de investigación tuviste que hacer para “Devoción II”? En la presentación del proyecto, citás la biografía que salió en 2010, “Juan Carlos Jiménez Rufino, La Mona”, editada por el sello cordobés Raíz de Dos. ¿Trabajaste con otras fuentes?

–Tengo hace ya un tiempo esa biografía, que consulto. Lo que más investigué es sobre sus casas de la infancia: la de Villa Corina y la de la calle Las Playas al 500. También tengo un archivo grande de las señas en video. Una recopilación que publican los bailarines y que hace la Mona en los bailes.

–¿En algún momento pensás acercarte con este trabajo a la Mona? ¿Sabés si él tuvo conocimiento de lo que hiciste en 2015?

–Ahora descubro que hay cosas que ni siquiera tengo pensadas, porque hasta que Selvanegra, la galería que me representa, me propuso exhibir la serie de Las Señas en la Feria de Arte  Córdoba, todo esto era algo que sucedía en mi intimidad. En todo el trabajo que hice referido a mi papá siempre estuve dando vueltas alrrededor de la falta, de lo que no tuve. Me doy cuenta mientras charlamos que con todo este nuevo proyecto, Devoción II, estoy empezando a trabajar con lo que sí tuve, ya no con el vacío sino con el agua que hay en el vaso. El río, el cuarteto y la Mona son parte de mi identidad, es mi herencia. Y soy consciente de que esto empieza a tomar otra dimensión. ¿De què se trata esa otra dimensión? Aún no lo sé. Desconozco también si la Mona habrá escuchado las reversiones de sus canciones que se tocaron con las campanas de la catedral.

–Además de los dibujos de las señas, ¿cómo pensás el proyecto?

–En el 2015 desarrollé Devoción, proyecto en el que utilizamos las campanas de la Catedral de Córdoba para tocar reversiones de algunas canciones de Jiménez. En esa época, mi sobrino me pasó el dato de que en el patio de una casa, en barrio Hipólito Yrigoyen, se juntaban a hacer la previa del baile antes de ir al Sargento Cabral. Va gente de todos lados, y en vez de deambular por la calle se congregan en ese patio a beber, charlar, compartir, comer, empatizar, conocer… Hacen la previa y luego, cuando alguien avisa que la Mona ya empezó a cantar, empieza la procesión al baile. Lo que sucede en la previa es muy diferente al trance que se genera en el baile mismo. En la previa estamos todos esperando salir a la pista, ese momento es presente absoluto, todos somos iguales, todos somos hermanos.

–¿Qué elementos incluiría?

Devoción II: La Previa consiste en un espacio para que todos los que estemos esperando con ansias el comienzo del baile podamos agruparnos, compartir, festejar, sentir que somos parte de algo muy grande. Un lugar de pertenencia. En el proyecto, este espacio es un sitio baldío. Habrá un friso con la imagen de la Mona. Tiene cinco metros de alto. Cada día va a llorar lágrimas que van a caer en una tina que está en el altar, justo por debajo del friso. Voy a construir un altar y bancos, voy a instalar una barra y una parrilla. Las señas de las manos son los bocetos de una serie de vitraux distribuidos en el lugar. Tengo diseñada una campana que tendrá un peso aproximado de 200 kilos, y un diámetro de 70 centímetros. Se anclará en el sito baldío, a cinco metros de altura, en una torre preparada para tal fin. Tendrá un sistema de badajo y soga que permitirá tocarla desde el nivel del piso. La campana va a sonar cuando esté por comenzar el baile.

Feria virtualLa Feria de Arte Córdoba 2020 es un evento virtual que organiza la Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad de Córdoba. Se extenderá hasta el 30 de este mes. Se puede recorrer ingresando a la página: https://feriadearte.cordoba.gob.ar.

"Ameghino", de Nonino (gentileza del artista)
Fabian_Nonino_web_1606516610.jpg
"Las violetas", de Nonino (gentileza del artista)
boceto_santo_que_llora_con_color_1_1606516884.jpg
Boceto "Santo que llora con color", de Fabián Nonino. (Gentileza del artista)
"Ameghino", de Nonino. (Gentileza del artista)
"Las violetas", de Nonino. (Gentileza del artista)
Fabián Nonino con la biografía de la Mona (gentileza del artista).
boceto_santo_que_llora_con_color_1_1606516884.jpg

Viewing all articles
Browse latest Browse all 1280

Trending Articles