Se viven tiempos complicados, pero el 2020 le trajo un par de buenas noticias a Jorge Castro. El artista cordobés, considerado un pionero del video arte en tiempo real y del arte digital en Latinoamérica, recibió una invitación para mostrar su trabajo en “Audiosfera”, una muestra de audio experimental social, pre y pos-Internet que se realizará desde el 27 de mayo en el Museo Reina Sofía de Madrid, con curaduría de Francisco López.
Es la primera vez que el prestigioso museo español dedica una exposición al objetivo de relevar y reconocer la producción mundial en el campo del arte sonoro. Castro es el único cordobés invitado, e integra un exclusivo lote con otros dos artistas argentinos que participarán.
El cóctel paralizante de crisis económica y coronavirus lo decidió a dar de baja la posibilidad de viajar, aunque el hecho de que su obra llegue a un ámbito como el Reina Sofía es un estímulo suficiente para volver a ponerse en sintonía con los circuitos internacionales, después de haberse pasado muchos años “guardado”.
Concebida desde una perspectiva social, “Audiosfera” buscará recopilar y proporcionar un contexto para la reflexión y discusión sobre los cambios tecnoculturales ocurridos desde la década de 1980. La exposición presentará el trabajo de un gran número de artistas sonoros experimentales, originarios de diversas partes del mundo, la mayoría de los cuales son desconocidos para el público del arte contemporáneo.
La selección incluye cientos de obras sonoras y procurará cubrir un vacío histórico y cultural en cuanto al reconocimiento, exposición y análisis de una parte esencial de los cambios recientes que se han dado en la concepción artística de la creación sonora.
La otra buena noticia es que le acaban de confirmar que obtuvo una beca para viajar en julio y realizar una serie de actividades en una galería de Toronto (Canadá), con la cual trabajó hace más o menos una década.
Buscando conexión
El recorrido de Castro es asombroso, y su presente es multifacético. Nació en Córdoba en 1967, hizo la licenciatura en Pintura en la Escuela Figueroa Alcorta y realizó una maestría en Arte Digital y Programación en el Maryland Institute College of Arts de Baltimore (Estados Unidos), donde asimismo se desempeñó como docente hasta las turbulencias posteriores al atentado a las Torres Gemelas.
Con su nombre, o bien utilizando alias creativos como Fisternni, ha recorrido medio mundo tocando y mostrando en exposiciones, festivales y bienales de música experimental y artes visuales. De España a Hong Kong, Alemania, México, Portugal y Suiza, entre otros países. Desde 2002 viene publicando material en CD y DVD vía su propio sello discográfico, Manipulatto, y en netlabels como Audiotong, Pueblo Nuevo, Sincro y Sudamérica Electrónica, proyecto que comanda.
Dirige también el festival de experimentación e improvisación sonora y ruido Santo Noise, que desde hace 11 años se realiza en las fechas de Semana Santa. Gracias a ese evento, pasaron por Córdoba artistas de la talla de Alva Noto, Byetone, Pink Twins, Jacob Kirkegaard y Zbigniew Karkowski, entre muchos otros. La nueva edición, debido a las medidas tomadas en los ámbitos oficiales para prevenir el coronavirus, fue reprogramada para los meses de septiembre u octubre.
Pese a su trayectoria y al impacto de su obra a nivel internacional, el vínculo de Castro con el coleccionismo local y nacional es casi nulo. Los últimos años, además de una producción constante, frenética, su energía ha estado puesta en La Cúpula, la galería de arte y medialab que dirige en su propio departamento ubicado en Humberto Primo 14.
En La Cúpula se llevan a cabo muestras y conciertos, se pueden probar las pizzas que él mismo amasa y, próximamente, con viento a favor, sus experiencias caseras con el destilado de licores.
El artista abre computadoras y dispositivos para customizarlos según sus necesidades. Es una mezcla de gurú tecnológico, las 24 horas conectado, con buscador de experiencias cotidianas que capta en su departamento y en su quehacer cotidiano.
“No toco notas –explica–, sino que genero oscilaciones que resuenan en frecuencias audibles y también no audibles, que mueven otras cosas”.
La obra que Castro enviará a la muestra en el Museo reina Sofía es la cuarta parte de la serie Metaphisical Funtcion, pieza que en el mes de mayo podría escucharse también en el Centro de Producción e Investigación en Artes (Cepia) de la UNC. “Es una obra bastante ambient, inmersiva, con raíces en grabaciones de campo y en material recolectado durante mucho tiempo que tiene que ver con mi entorno –la describe el artista–. Desde caminar en el campo, cocinar en mi cocina o escuchar una lluvia, o hacer aullar a los osciladores en cierta frecuencia”.