El arte local gana una de las esquinas más transitadas del centro y se hace más visible al público: la Galería de Arte del Colegio de Escribanos inauguró en 27 de Abril y Obispo Trejo la muestra "Hacedores del asombro. Diálogo de un maestro y dos discípulos”, de Eduardo Giusiano (1931), acompañado por Dora Burlet y Sebastián Silber.
Con indisimulable orgullo, Miriam Brussa, directora del espacio, presenta una sala renovada en el año del 50 aniversario de la Galería de Arte. “También estamos inaugurando la Galerías a Cielo Abierto, del lado de 27 de Abril para que los escultores puedan disponer y mostrar sus trabajos”, agrega Brussa, para quien es un honor poder mostrar para la ocasión las obras de Giusiano. Durante la apertura el artista donó a la institución notarial la obra Paisaje vertical, de 2019, una pintura que forma parte de un segmento de su nueva producción que exhibe la muestra, inscriptas en una dinámica de color y forma que mantiene viva sus indagaciones en torno al “movimiento continuo”.
El movimiento continuo es una idea que el artista tomó de las experimentaciones que su padre hizo cuando él era niño y que más tarde trasladó a sus imágenes.
Giusiano relata una historia que marco la suya: “Mi padre dedicó parte de su vida al estudio del movimiento continuo. Para eso en el patio de nuestra casa montó un par de ruedas de tractor que rellenó con cemento, y que a mí por entonces me parecían gigantes”. Esas ruedas y una polea mantendrían un movimiento que sin motor no iban a parar, pero que la fricción de la atmósfera detuvo. El hombre no pudo lograr su objetivo pero ese intento puso en acción la imaginación de Giusiano que siempre pintó imágenes relacionadas a esa idea. “Persigo el movimiento continuo, que va de un cuadro al otro, no termina en una pieza, el movimiento sigue a través de los gestos, o un elemento que gira, los planos se mueven dentro del espacio, como en El horno del alquimista, de 2018, cuyas ondas se continúan en la obra exhibida a su lado, El parque de diversiones, de 1983”, le cuenta a VOS este artista de casi 88 años, nacido en Viamonte (Provincia de Córdoba), que vive y trabaja en Buenos Aires.
“No podía ver cosas estáticas”, dice, y señala las manchas ondulantes en El parque de diversiones. “Siempre hice algo que se moviera, series con ruedas o personajes en bicicleta”, recuerda. En las nuevas también quiso extender esa energía del movimiento continuo.
Entre la figuración y la abstracción sensible, las obras de Giusiano que exhibe la galería de arte de Escribanos se fundan en un gran impulso gestual sostenido en vigorosos trazos, y en el color, el gran protagonista del arte del maestro cordobés. “El cromatismo exalta y al mismo tiempo integra las formas con maestría plástica”, sostiene Brussa.
En la muestra se exhiben 10 pinturas de Giusiano, algunas fechas en las décadas de 1970 y 1980 que pertenecen a la colección Schaffauser, y también, cuatro obras inéditas, muy recientes, de 2018 y 2019.
En el texto del catálogo, Carlos Ighina reconoce la audacia de Giusiano al abordar intentos de los más diversos para no repetirse a sí mismo: “Ha sido y es un hacedor del asombro”, afirma dando así nombre a la muestra.
Giusiano, a quien el Museo Caraffa homenajeó el año pasado con una importante muestra antológica, expone en Escribanos en diálogo con dos artistas que recibieron sus enseñanzas: los artistas Dora Burlet (grabados), y Sebastián Silber (pinturas y sus Danilo, unos pájaros de colores emplazados sobre la fachada de 27 de Abril).
Clima onírico
Dora Burlet exhibe una serie de xilografías intervenidas. También sashiko, que son bordados con hilos sobre encaje antiguo. En estos trabajos, observa Brussa, se puede contemplar la minuciosa composición que la artista realiza a partir de formas sugestivas, ambientadas en un clima onírico.
Las obras de Sebatián Silber son un “canto bucólico al color”, define Miriam Brussa sobre el artista, a quien define como dueño de una cimentada artesanía y sentido expresivo puesto en una pintura bien empastada en una paleta de fuertes contrastes.
Eduardo Giusiano cultivó una actitud generosa y supo que la mejor forma de irradiar es dando. Esta actitud despertó la espontánea adhesión del entorno inmediato, sostiene Carlos Ighina sobre el maestro, al reflexionar sobre la muestra, que alienta a descubrir los vínculos del aprendizaje del arte. “Dicen que al árbol se lo conoce por sus frutos”, ejemplifica. Por lo que Silber y Burlet son testimonios “de una continuidad luminosa de búsquedas personales”.
Para ver
El Colegio de Escribanos de la Provincia de Córdoba invita a la "Charla al pie de la Obra", con el artista visual Sebastián Silber, quien dialogará con el público sobre los procesos creativos de su trabajo. El encuentro será en la Galería de Arte del Colegio, (Obispo Trejo 104), el Martes 14 de Mayo a las 11.30 horas.
"Charla al pie de la Obra" forma parte de la Muestra “Hacedores del asombro” - Diálogo de un maestro y dos discípulos, donde participan Eduardo Giusiano, Dora Burlet y Sebastián Silber.
Recordamos que la mencionada muestra puede visitarse hasta el 27 de Mayo, de 10 a 16 horas.
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